Tenía algún par de meses trabajando en la nueva empresa, hasta que por fin la venta más ambiciosa estaba en mis manos, una cabaña a lo lejos de un pueblo, escondida entre las montañas, un lugar desolado y abrumador... Lamentablemente tome la decisión de quedarme una noche en ese lugar por cuestiones de tiempo y trabajo, y creo ha sido la peor decisión de mi vida... Desde este día, jamás volví a dudar de la existencia de Dios... me encomendé a él, pero en aquel lugar parecía no estar, en aquel lugar la puerta del infierno parecía predominar más.