Una vez lo vi, él entró a un negocio de chocolates en la que estaba con mis mejores amigas en Inglaterra, era LA salida lejos de nuestros papás, yo tenía tan solo quince años cuando sentí algo muy fuerte al verlo, angustia porque no lo iba a ver nunca más, desesperación por no estar en su vida, sentí que lo conocía de otra vida. Él pidió algo para llevar, estaba con sus amigos, ellos hablaban entre ellos animadamente, antes de irse el chico y yo cruzamos miradas, duró cinco segundos pero tan solo eso me fue suficiente para saber que era mi alma gemela. Fui cobarde, tímida, no fui tras de él ni lo invité a salir, ni sabía que lengua hablaba, simplemente lo deje ir.