Capítulo 18

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Fui abriendo lentamente mis ojos, lo primero que vi fue la espalda de Peter, su torso desnudo, agradecí que tuviera puesto sus boxers.. ¿Pasó algo o no pasó nada? Levanté mis sábanas y quise matarme, estaba desnuda.
Volteó su cara y me miró a los ojos, estaba inexpresivo.
-No hace falta hablar de eso-soltó un suspiro.
Tenía que sentir furia, él no me había parado, no había sido capaz de pararme.
-¿Porqué?
-¿Porqué que?-elevó sus cejas.
-Dejaste que cometa esta estupidez..-señale mi cuerpo, lo fulminé mal con la mirada.
-Intenté hacerte razonar..
-No te esforzaste mucho que digamos-esta vez yo elevé mis cejas.
-Soy hombre Mariana, aunque vos no sientas nada por mi en este momento no quita el que te quiero y el que sí te deseo-la sinceridad de sus palabras me golpearon, no esperaba esa respuesta.
Me quedé muda, no pude responderle.
Él se recostó a mi lado, me miró, hizo una caricia en mi cara, después pasó uno de los dedos de sus manos sobre mis labios, miró mi boca, no, no podía ser débil.
Pero terminé haciéndolo, lo besé con intensidad, necesidad, de manera primitiva, salvaje, me aparté completamente agitada.
-No...-negué con la cabeza- voy a darme una ducha..
Me envolví en las sábanas para que no me viera desnuda, como si no me hubiese visto así la noche anterior.
Me metí en el baño, prendí la canilla y dejé que el agua fría recorriera mi cuerpo, quería de una vez por todas "despertarme", dejar de ser tan idiota, patética.
Desayuné sola hasta que apareció Peter.
-Tengo que ir a la oficina, cualquier cosa me llamas, ¿ok?
Terminé asintiendo con la cabeza.
-Voy a ir a trabajar
-¿Estas segura? ¿Te sentís bien como para eso?-dudé, pero terminé asintiendo nuevamente- te llevo
No discutí con él, tenía que no ser tan orgullosa, necesitaba cuidarme.
Manejó, ambos nos mantuvimos en silencio.
-Gracias por traerme-lo saludé con la mano antes de irme.
Entré al colegio y mis amigas me miraron preocupadas.
-¿Salió todo bien tu consulta médica?-Candela esbozó una pequeña sonrisa para ser positiva.
-Fue... En realidad solo me afirmó lo que era probable-solté un suspiro- tengo que cuidarme mucho... Mucho
Unas lágrimas se asomaron a mis ojos.
Ellas me dieron un abrazo cálido.
-Estamos para vos-Eugenia me guiñó un ojo, estaba tratando de cambiar mi humor.
Caminé hasta la salita de 2 año, ver a todos los chiquitos hizo que por un rato largo me olvide de todo.
Jugué con ellos, les puse música para bailar, cambié pañales y los hice dormir.
Una nena se resistía a dormirse, así que me senté a su lado y le hice caricias en el pelo.
¿Yo sería buena como mamá? Sí todo sale bien y puedo ser mamá.
Otra vez las malditas lágrimas.
Me doy cuenta de que la nena finalmente se quedó dormida, no puedo evitar sonreír, ningún nene se me resiste, todo siempre termina saliendo como yo quiero.
Por la tarde todos los padres pasaron a buscas a sus hijos, los fui entregando uno por uno.
Desde lo lejos vi al auto de Peter, ¿estaba esperándome?
-¿Me parece a mi o vino tu ex marido?-Candela intentó ponerle algo de humor al asunto.
-El ex del que ni hizo falta que me divorcie..-le respondí y asentí con la cabeza- solo está cumpliendo su rol de "protector" para que no me estrese y esas cosas..
Solté un suspiro y Eugenia se me quedó mirándome.
-¿Qué?-elevé mis cejas.
Ella también elevó sus cejas, ¿qué?
-No lo había notado.. ¡Tu cuello boluda!
-¡¿Qué tengo?!-me alteré-¿alergia? No me pica nada.
Candela se rió.
-No te resististe a tu ex marido, ¿no?-ella me miró a los ojos-tenes un chupón querida
Sentí como si me estuviese bajando la presión.
-Entonces... ¿Todos los papás de los nenes me vieron el costado del cuello?-no podía ser cierto- ¡este hijo de puta va a pagar!
Saludo a mis amigas, agarro mi mochila y me saco mi delantal, lo guardo ahí, me subo al auto de Juan Pedro, lo miro con seriedad.
-¿Ahora qué?-me mira sin mostrar ninguna expresión, le muestro mi cuello-eso..-soltó un suspiro- ¿y esto?-me muestra su cuello después de desabrochar la parte de arriba de su camisa, me miro en el espejo, después lo miro a él, su cuello está mucho peor.
No puedo quejarme, yo me comporté mal, en este caso peor que él.
Apoyé mi cara contra el respaldo del asiento después de ponerme el cinto de seguridad.

PETER

No tuvimos un largo trayecto a mi casa, pero Lali se quedó dormida, estaba tan a la defensiva que seguro su energía también se iba en eso.
La miré dormir tranquila, tan linda, tan delicada, tan suave.
Le acaricié la cara, ella lentamente abrió sus ojos.
-Llegamos La.. Lali
Ella asintió con la cabeza, estaba lista para abrir la puerta.
Entramos, ella salió al jardín a tomar algo de aire, no quería invadirla, le estaba dando aire, pero al mismo tiempo quería saber que se le estaba pasando por la cabeza.
La vi con la mirada perdida, su mano estaba sobre su panza todavía inexistente, se le cayeron lágrimas, me acerqué y me senté a su lado, me dolía verla mal, sus ojos me miraron, miedo.
-¿Qué te asusta La?
-Todo me asusta.. Todo.. Mi estado.. El miedo a ser mamá.. El miedo a no llegar a ser mamá.. No poder.. Perder a este bebé.. Mis papás sufrieron mucho hasta que llegué yo-le saqué sus lágrimas de su cara- y todo esto es nuevo, si bien estoy entrenada para cuidar nenes de todas las edades.. Va a ser algo..-hizo una pausa- distinto.. Y en el medio de eso me encuentro conviviendo con una persona que creía conocer, una que me mintió..
Su mirada me quemó, sentí vergüenza, no pude evitar sentir mi odio a mi mismo.
-Yo...-no sabía como responderle a eso- se que es mucho pedir pero.. ¿Puedo tratar de borrar todo el daño que te hice?
Ella me miró a los ojos sorprendida, la tomé desprevenida.
-Me importas... Quiero ganarme tu confianza, tu risa.. Tus sonrisas.. Tus locuras.. Tu inocencia cuando vas por la vida siendo simplemente vos-me perdí en su mirada, quería besarla, la deseaba tanto, pero no me moví, no hice nada- yo.. Quiero que me conozcas Lali, que no te quedes con el error grande que cometí, soy mucho más que eso.. Sé que tengo mucho para dar, mucho para darte..-hice una pausa- necesito que me lo permitas..
Sus ojos se aguaron, no me respondió nada, perdí me esperanza, me puse de pie para dejarla sola cuando me agarró del brazo.
-Podemos.. Podes..-ella estaba nerviosa-¿podes estar para mi en momentos como estos? Cuando tengo miedo y me siento triste..
No lo dudé, asentí con la cabeza, me animé y le di un abrazo.
-Boba, obvio que sí..-besé dulcemente una de sus mejillas, cerré mis ojos disfrutando de ese contacto, no separé mi boca de ahí, mis labios rozaron su cara.
Su respiración se aceleró, choqué mi frente con la suya.
-Puedo intentar hacer todo lo que necesites para ganarme tu confianza... Y tus sentimientos-ella me miró y terminó asintiéndome con la cabeza-¿me lo permitís?
Se me fue el aire de los pulmones, tenía miedo a su respuesta.
-Todos somos humanos.. ¿No?
-Y los humanos cometemos errores-completé la frase que había leído en algún lado, ¿donde?- gracias Lali..
La agarré de las manos, estaba muy agradecido.
Ella me dio una palmadita en el hombro y se puso de pie, la vi irse hasta la cocina, seguro iba a merendar algo.

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