Capítulo 29

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PETER

Lali está sufriendo, llora, esta muy nerviosa, no le quieren dar nada por su estado delicado, yo no se que hacer, quiero transmitirle paz, calma, pero yo también tengo miedo, la agarro de las manos, ella esta desesperada, quiere que todo termine.
Le avisé a sus papás y los míos que estábamos en la clínica, alguno iba a tener que traermos el bolsito, la sillita para bebés, la ropita, no habíamos podido agarrar nada, por suerte el papá de Lali nos lo alcanzó, ellos tuvieron que irse, solo podían volver cuando naciera, en horario de visitas.
Lali cerraba sus ojos del dolor, quería demostrarme que estaba bien, aunque yo sabía que no iba a ser verdad.
-No gastes energía simulando que todo está bien, vas a necesitarla mi amor-besé su frente.
Las horas no pasaban más, pasaron tres días, una madrugada, para ser exacto a las tres de la mañana llegó el tan esperado momento.
La prepararon y la llevaron al quirófano, yo también me cambié, iba a estar junto a ella.
La alenté, le hablé, otra vez la vi sufrir, cuando nuestro bebé pegó el primer grito no pude evitar ponerme a llorar, me parecía un momento increíble, mágico.
-Por acá tenemos a una princesa-una enfermera la apoyó sobre Lali y nos miramos, era ínfima, hermosa.
-Hola mi amor-Lali le habló dulcemente aunque estaba agotada, sus ojitos brillosos es una imagen que voy a recordar por y para siempre, le dejé un besito en su frente, después besé la cabecita delicada de mi hija, nuestra hija.
Pasaron unos minutos y se la llevaron, iban a hacer controles, no volvían más, eso me alertó.
La pusieron en una silla de ruedas a Lali para pasarla a una habitación, ella también estaba alerta.
-¿Donde esta ella mi amor?-Lali me miró preocupada-no puede ser.. Hicimos todo bien..
Un momento después trajeron en una cunita transparente a nuestra bebé, la cargué por primera vez y me puse a llorar.
-Es muy muy muy hermosa..-le hablé a Lali, después le hablé a mi hija- sos hermosa Brisa
-¿Brisa?-Lali se extrañó, hasta ahora no habíamos decidido ningún nombre- no me disgusta.. Pero.. ¿Porque Brisa?
-Brisa es viento, pero viento suave, un cambio de aire.. Ella fue un viento suave que hizo que cambiaran muchas cosas de nuestro mundo.. Es inquieta como el viento desde la panza.. Las brisas suelen ser puras, traen calma..-elevé las cejas y le sonreí.
Lali asintió con la cabeza y también me sonrió,
-Hola Brisa, ya tenes nombre..-ella le hizo una caricia en la carita.
Nos quedamos contemplándola en silencio, no hacían falta las palabras, simplemente era un momento perfecto.

LALI

Cuando le di la teta por primera vez se me desbloqueó un nuevo tiempo, ¿y si no iba a poder amamantarla?
Pero por suerte nada pasó, ella trajo paz a mi mundo, finalmente estaba con nosotros, ya éramos familia.
Brisa se quedó dormida, Peter la cargó entre sus brazos y la acunó, besó su carita antes de ponerla en la cunita.
Recién ahí solté un suspiro, cansancio, tenía mucho cansancio, pero volvería a pasar por todo con tal de tenerla a ella.
-Lo hiciste muy bien mi amor-Peter besó suavemente mis labios, le sonreí.
-¿Podes quedarte despierto vos? Se que hace varios días que no dormimos, pero necesito cerrar los ojos por lo menos por diez minutos
Asintió con la cabeza.
-Siempre podes contar conmigo-me sonrió y me acomodé para dormir unos minutos, no pude hacerlo, porque al poco tiempo tenía que darle la teta a Brisa nuevamente.

Unos días me mantuvieron vigilada en la clínica, nadie había podido venir a visitarnos, es por eso que después de volver a nuestra casa comenzó el desfile de gente.
-¡Hola bebé!-mamá la miró emocionada- vamos a malcriarte mucho, ¿no?-miró a mi papá que sonrió, asintió con la cabeza.
Llegaron los papás de Peter y se conocieron en esta circunstancia con los mío, al principio me preocupé, pero no pasó nada, hablaron de lo más bien.
-Es chiquita-la mamá de Peter me sonrió- bueno, vos sos chiquita.. Y mi hijo no es muy alto que digamos-nos reímos, a lo lejos vi a mi futuro parido mirarme divertido, elevó sus cejas.
Brisa estuve de brazo en brazo, era muy buena, tranquila.
Cuando el Hernán la agarró la acunó, me sonrió a mi y le sonrió a mi hija.
-Tiene las pestañas de ella.. Y tu nariz-Hernán miró a su hijo y le guiñó un ojo- los genes están bien equilibrados
El comentario hizo que todos nos riéramos.
Nuestra familia se fue y fue el turno de nuestros amigos.
-¡Una mini Lali!-Gastón se emocionó- boluda tiene tu boca... Peter, que tenga la misma boca que ella te va a traer problemas en el futuro
Peter lo miró mal, yo solté una carcajada.
-Falta mucho para eso mi amor-lo consolé desde ahora.
-¡Hola Brisa! Soy la tía Cande, y él tu tío Andres-mi amiga se acercó y besó su manito, los dos se quedaron mirándola maravillados.
Eugenia llegó con varios globos, regalos, peluches.
-Que desquiciada-me reí de ella- no hacía falta nada de esto
-Escuché que solo tienen cosas blancas y verde manzana, yo soy la tía coqueta, la que va a enseñarle a maquillarse.. Así que compre algunas cosas rosas-me sonrió.
Era una tarada, le di un abrazo.
Brisa se portó genial, admiraba la paz que tenía, podía dormir aún con ruido, a mi no salió en eso.
Pasó un tiempo largo y nos quedamos solos, nosotros tres, iba a ser nuestra primera noche como familia.
Peter me besó en los labios y nos quedamos mirando a nuestra hija que estaba pegada a mi cuerpo, necesitaba sentir mi calor.
-Yo.. Estoy muy feliz..-lo miré- creí que no iba a poder hacerlo, pero me esforcé, me cuidé tanto para tenerla acá con nosotros-no pude evitar emocionarme, él también se emocionó.
-Lo sé amor-me agarró de la mano- se que pusiste todo de vos, te cuidaste todo el tiempo, traté de cuidarte todo el tiempo, espero poder seguir haciéndolo... Tengo miedo.. Nos costó tanto llegar a este presente-suspiró.
-Te comprendo, pero... No hay que vivir con miedo, sino se nos va a pasar la vida así, pensando hasta en los riesgos que conlleva respirar-elevé mis cejas mirándolo- tuve una charla con tu mamá antes de todo esto, y bueno, ella supo como entenderme, siempre tiene miedo por vos, pero te dejó ser, te dejó "volar", el amor todo lo puede
Yo misma me sorprendí de lo positiva que estaba, la verdad era que me había sacado de encima un peso enorme.
-Te amo-sus ojos se iluminaron y brillaron, lo besé por un rato, estaba agradecida con la vida.
Brisa se quejó y otra vez tuve que alimentarla, nuestros días empezaron a ser todos iguales, alimentarla, dormir, comer, hablar un poco, dormir otro poco y así.
Igual no me quejo, ser mamá es la tarea más hermosa del mundo, todo el mundo te lo dice, pero no entendes la magnitud de amor que podes sentir por una persona tan chiquita hasta que llega al mundo.
Muchas veces no duermo bien porque me la quedo mirando, entonces no duermo yo, y al rato se despierta ella.
¿Peter? Siempre está presente, está trabajando desde casa, cuando tiene un tiempo libre lo pasa con nosotras, ahora toda nuestra vida gira en torno a ella.
Él me besó la frente y me sonrió.
-Descansá La, ahora podes hacerlo, yo no me voy a ir, ella no se va a ir.. Mereces descansar mi amor-rozó su nariz con la mía, se la besé.
-Te amo...-le susurré mirándolo antes de cerrar mis ojos.

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