Capítulo 27

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Desperté con mucha ansiedad, pasó un tiempo, mi panza creció bastante, dentro de poco llegaría el momento de las pataditas, Peter me acompañó a la consulta médica, ambos todavía no sabíamos el sexo de nuestro bebé, no queríamos saberlo, solo me preocupaba el hecho de que este bien, sano, fuerte, en constante crecimiento.
Cada día que crece y se pone más grande es más probable de que mi embarazo siga bien, de no perderlo, eso no quita que siga viviendo con miedo.
-Hola Mariana-me saludó el médico y me sonrió-¡que linda panza! ¡Que linda mami!-elevó sus cejas mirándome.
Quién lo fulminó con la mirada fue Peter, no le causó ninguna gracia el comentario del médico, tal vez solo lo decía para decir algo, ser simpático.
Me hizo la ecografía, me dijo el tamaño de mi bebé, revisó que todo estuviera bien.
Salí de la consulta contenta, con una sonrisa en mis labios, volteé a mirarlo a Peter que estaba serio.
-¿Vas a quedarte enganchado en un comentario boludo?-lo miré y me reí.
-Que tenga más respeto con sus pacientes, tal vez si yo no estaba..
-¿Iba a querer tener sexo conmigo?-elevé mis cejas conteniendo la risa-¿viste lo que soy? Soy la persona menos sexy en este momento de mi vida.. Esa clase de médicos seguro buscan a personas más jóvenes..
-Esa clase de médicos quieren a cualquier mujer en su cama, tal vez tiene un fetiche con las embarazadas..-hizo una pausa-¡y no hables estupideces! Sos hermosa, graciosa, sexy... Muy sexy..
-¿Embarazada?-dudé.
-Claro, de todas las maneras La-me besó dulcemente los labios- ¡vamos! Estoy leyendo tu cara ahora mismo, y está pidiendo torta de manzana con helado de crema americana
Me reí.
-Eso es lo que vos queres..-le despeiné el pelito- me da igual, mientras sea algo con mucha azúcar..
Nos subimos a su auto, teníamos todo el Sábado para disfrutarlo.
Fuimos a una casa de té inglesa, las masitas, las tortas, los scons, nos llenaron la mesa, tenía de todo, tomé una sola taza de té y tuve que correr al baño, maldita incontinencia de embarazada.
Disfruté probando un poco de todo, viéndolo a Peter disfrutar, él me agarró de la mano y me sonrió, su sonrisa de nene claramente me derretía.
Volvimos a la casa de Peter, bueno, él siempre me pide que diga NUESTRA casa, lo cual hace que me sienta cómoda, a gusto.
-¿Te parece si hoy llamo a mis amigas? Podes llamar a los tuyo... Te tiro la idea-elevé mis cejas, él asintió con la cabeza y dejó un beso en mi frente.
-Voy a comprar carne y vuelvo, por suerte hay morrón, berenjena y papas, eso esta bien
-Puedo hacer una ensalada..-le sugerí.
-¿Estas segura? ¿No es mucho esfuerzo?
-Puedo hacer una ensalada, trabajo tratando con nenes de dos años que me hacen correr por toda la salita, hacer una ensalada es más fácil
Peter soltó una carcajada.
-Esta bien, ¡ya vuelvo!
Subí las escaleras hasta llegar al baño de la habitación, había una bañadera, abrí la canilla para llenarle, tiré sales, líquido para hacer espuma, me desnudé y me metí.
Que buena manera de relajarme, encendí el jacuzzi y fui cerrando mis ojos, sí, otra vez me dormí, me sobresalté cuando Peter me llamó.
Lo vi riéndose, agarró su celular y me hizo posar para una foto, se acercó y lo besé.
-Estoy preparando el fuego, llegó el Chino para ayudarme con todo
-¡¿Ahora me lo decís?! Soy una mala anfitriona que no está para recibir..
-Es como mi hermano, relajá-me guiñó un ojo para terminar yéndose.
Me envolví en una toalla, me cambié lo más rápido posible, solo tuve tiempo para ponerme máscara de pestañas y pintarme un poco los labios, no de un color llamativo, natural.
-¡Hola!-saludé a Úrsula, la novia del amigo de Peter, quería matar a mi futuro marido, no me avisó de que estaba ella.
Úrsula amorosa me sonrió, me dio un abrazo.
-¡Estas hermosa Lali!-apoyó su mano sobre mi panza y la acarició-estas luminosa.. Tu estado te sienta bien, noto en tus ojos que estas muy feliz
Asentí con la cabeza alegre, sí, estaba viviendo un sueño, uno que tenía desde que era chica.
Ella me ayudó a preparar dos ensaladas, las llevamos a la mesa y saludé al Chino, después cayó Gastón, Candela y su novio Andrés y mi otra amiga Eugenia.
-¡Gracias por invitarnos familia Lanzani Espósito-Candela levantó su copa con vino sonriéndonos.
Junto a Peter nos miramos, aún no éramos familia.
-Ya sé que estas pensando-Eugenia elevó sus cejas- ya son familia, no son marido y mujer.. Pero por un tiempo largo lo fueron-nos miró y todos nos reímos- y junto al bebito van a ser muy felices.
"Ojalá"
Odio no poder quedarme con la certeza de que todo va a salir bien, siempre estoy con el corazón en la boca.
Peter me agarró de la mano, él también me leyó el pensamiento, le sonreí disimulando lo que realmente me estaba pasando.
Brindamos porque todo estaba saliendo "bien".
Pedimos helado, hablamos de la vida, nos reímos, siempre compartir con amigos es lindo, no solo pensas en tus cosas, pensas en las de ellos, te hacen reír, olvidar hasta de momentos de mierda, y son remplazados por momentos lindos.
-Hay que repetir-Gastón elevó sus cejas y todos asentimos con la cabeza-¡estas hermosa hermosa!-me dio un abrazo y besó mi frente, le sonreí, lo quería mucho, era como un hermano, no de sangre, pero sí de la vida.
Nos fuimos despidiendo de todos, no nos dimos cuenta, eran las dos de la mañana, con razón estaba tan cansada.
Me cambié para dormir, Peter se dio una ducha para sacarse el olor a humo y se tiró al lado mío, lo abracé para acurrucarme junto a su cuerpo y me encontré con una sorpresa.
-¡Estas en bolas Peter!-abrí bien grande mis ojos.
Se rió en mi cara.
-¿Te jode mi amor?
Negué con la cabeza.
-Solo me apena no poder hacer nada ahora mismo porque me estoy muriendo de sueño-le hice un puchero, lo besé y me abrazó para que me durmiera entre sus brazos.

PETER

Lali se despertó con la energía renovada me miró a los ojos con una mirada que no pude descifrar.
-¿Qué?-me reí.
-Nos quedó algo pendiente..-elevó sus cejas y dejó besos por todo mi pecho hasta llegar a mi cuello, cerré mis ojos y solté un jadeo.
-Sos tremenda-busqué sus labios con los míos ansiosamente, la desnudé y giramos, quedó debajo mío, la tomé de las manos mientras también recorría su cuerpo con besos, estaba volviéndome loco, ella se entregó a mi y yo me entregué a ella, terminamos con las respiraciones aceleradas, agitadas, me puse a hacerle caricias en la panza cuando sentí algo raro, no saqué mi mano de ahí, y lo sentí, otra vez.
Cuando levanté mi mirada Lali tenía los ojos llenos de lágrimas.
-Sí-asintió con la cabeza llorando, mis ojos también se pusieron brillosos, ella llevó su mano a su panza, era un momento intenso, único, puro, sentí amor y paz, nuestro bebé estaba bien, nos estaba haciendo saber que estaba bien, que quería venir a este mundo.
Le besé la frente reiteradas veces y me sonrió, sí, Lali estaba luminosa, su cara, su humor, todo cambió de un segundo a otro.
-Te amo..-se lo susurré en el oído aún abrazándola.
Ella se rió y se acercó aún más a mi.
-Yo también te amo-hizo lo mismo, me lo susurró y por primera vez en mucho tiempo me sentí frágil, seguro se me habían aflojado las piernas, estaba donde tenía que estar con la persona que tenía que estar, la persona que puso mi mundo de cabeza.

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