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Capítulo 21

PETER

-Ya no sé que hacer-mire al Chino desesperanzado- siempre que avanzo un casillero retrocedo tres-solté un suspiro- no sé, no sé que hacer.. Ellas se vieron, charlaron.. Pegaron buena onda desde la vez pasada, y eso hace que Lali no solo sienta su propio dolor, que sienta también el dolor de Delfi, intenté hablar con mi ex, pero no me atiende, posta estoy jodido
Mi amigo se me quedó mirando pensativo.
-Creo que primero tenes que tener una charla sincera con Delfina, para sentirte liberado y recién ahí poder hablar bien con Lali-elevó sus cejas- va a llevarte tiempo conquistarla, pero lo bueno se hace esperar, ¿no?
Asentí con la cabeza.
-Ya quiero besarla, abrazarla, mimarla, ¡estoy volviéndome loco!
-Tiempo.. Lali necesita tiempo, le pasaron muchas cosas fuertes, además al mismo tiempo tiene otros miedos.. Lo mejor es que la apoyes, que estes para ella.. Y no dejes de demostrarle que la queres, que pensas luchar por ella..
Se me fue el aire, lo tomé y solté un suspiro.
-Yo también estoy pasándolo mal.. Pero tampoco puedo quejarme, lo mío es nada en comparación a lo que está viviendo ella
-Sé transparente Peter, hacérselo saber, juntos van a salir adelante, no tengo dudas.. Van a estar bien..
Me aferré a sus palabras, quería que él tuviera la razón.

LALI

Vi el auto, Peter me pasó a buscar, suspiré, agarré mi mochila para sentarme a su lado.
-¿Todo bien hoy?-quiso sacar un tema de conversación.
-Bien-fui cortante.
Puse música porque no pensaba soportar el silencio con el que últimamente convivíamos, no solo en el auto, también en la casa, él terminó durmiendo en el sillón del living.
Entramos y fui a buscar cereales, me preparé un exprimido de naranja, comí eso otra vez en silencio, Peter se quedó observándome.
-¡No soporto más esto!-suspiró.
-Yo tampoco, ¿crees que lo paso bomba sin hablarte? Pero no quiero hablarte, no tengo ganas, yo confié en una persona que realmente no existe, una que lastimó a otra..-hice una pausa- nos terminaste lastimando a las dos..-la voz se me quebró, quería matarme, ya no quería mostrarme vulnerable.
-Sé que me porté horrible, que cometí muchos muchos muchos errores.. Pero quiero remediarlo, estoy haciendo todo lo que puedo para remediarlo.. ¿Qué necesitas que haga? ¿Que te proponga casamiento? ¿Nos casamos?
Me quedé mirándolo a los ojos, se había vuelto completamente loco.
-Acabas de hacerme la propuesta más romántica del mundo..-se me llenaron los ojos de lágrimas por la impotencia-¡no! Nunca quise que esto sea así, además, estábamos hablando de otras cosas..
-Lo sé, pero a lo que voy... Quiero dejar de hacerte mal, quiero hacerte feliz.. Mereces felicidad.. Estoy enamorado Mariana, ¡muy enamorado! Desde que te crucé por segunda vez en mi vida lo sentí.. Te amo Lali..
No, se me escaparon las lágrimas contenidas.
-Nunca quise que me dijeras estas cosas así.. En una situación de mierda
Él me dio un abrazo aunque quise separarlo de mi.
-Necesito que me des una oportunidad.. Una... No quiero rendirme, no pienso rendirme... Te quiero..-se apartó un poco para mirarme a los ojos- te quiero con locura...
Mis piernas se aflojaron, la piel se me puso de gallina, quería confiar en él, quería hacerlo, pero varios pensamientos feos se me venían a la cabeza.
Otra vez me abrazó, esta vez rodeó mi cintura, me miró a los ojos, tenía ese brillito del que leí en algunas novelas, sí, me quería, estaba siendo sincero, estaba tan vulnerable como yo.
En un momento de fragilidad lo besé, fui impulsiva, lo abracé por el cuello, toda yo lo deseaba, mi cuerpo, mi boca, mi alma, lo necesitaba mucho.
Cuando nos apartamos un poco nuestras narices se quedaron rozándose.
Suspiré, ojalá todo fuera tan fácil.
Me fui a darme un baño en la bañera, uno tranquilo, relajante.
Había puesto música linda, suave, un poco más y me quedo dormida, cuando quise salir me di cuenta de que no tenía toalla, se la pedí a Peter que entró no mirándome, estaba respetándome.

PETER

Estaba durmiendo en el living cuando la escuché a Lali gritar, ella estaba sin poder bajar del todo las escaleras, me sobresalté, encendí la luz, no sabía que hacer.
-Tengo miedo-se puso a llorar- me duele Peter
La acompañé hasta el auto, manejé rápidamente a la clínica, tenía miedo de chocar en el camino, estaba muy nervioso, alterado.
Ella se quedó a solas con un médico, pasó bastante tiempo, estaba desesperándome, yo también tenía miedo.
Cuando me dejaron pasar Lali tenía sus ojitos llenos de lágrimas.
-El bebé está bien.. Todavía está bien..-la voz se le quebró.
Le besé reiteradas veces la frente, ella estaba sufriendo, ojalá pudiera sufrir yo para sacarle un poco de peso de todo con lo que tenía que lidiar.
La tomé de la mano, me quedé mirándola.
-¿Qué fue?-me atreví a preguntarle al cabo de un rato.
-Una pérdida.. Pero por suerte no siguió pasando-soltó un suspiro.
La vi tan indefensa, vulnerable, volví a besar su frente.
Volvimos en el auto en silencio, ella estaba metida en sus propios pensamientos.
-¿Te quedarías conmigo? Tal vez te necesito..-me miró a los ojos, asentí con la cabeza.
Era obvio que tuviera miedo de estar sola, de que lo de recién se repita.
Nos acostamos en la cama juntos, la sostuve de la mano para trasmitirle calma, nos quedamos cara a cara, mirándonos, besé detenidamente una de sus mejillas, su frente y por último dudé..
Ella terminó besando mis labios, sentir su presión suave y delicada empezó a volverme loco, le acaricié el pelo, entonces ella se acurrucó contra mi cuerpo, la rodeé con uno de mis brazos, solté un suspiro e intenté dormirme.

LALI

Me desperté varias veces por la madrugada, me costó mucho dormir tranquila, pero al darme cuanta de que no estaba sola un poco de esa ansiedad se veía más controlada.
Bajé a desayunar, después lo vi a Peter todo cambiado, lindo, usando una camisa blanca, me acerqué hasta donde estaba y lo ayudé con el borde, se lo abroché, se quedó mirándome confundido.
-Ya.. A veces no hay que hablar, ¿no?-elevé mis cejas- o sí.. Un poquito-solté un suspiro- lo que pasó.. Es un golpe duro, hace que te des cuenta por las malas de que estas perdiendo mucho tiempo valioso para vivir..
Peter no estaba entendiendo a donde quería ir, agarré sus manos con las mías y me puse de puntitas de pie, lo besé con ternura, él sonrió sobre mi boca, yo también le sonreí.
-Vamos poco a poco, ¿dale?-no dejé de mirarlo, él asintió con la cabeza.
Me cambié, me puse algo cómodo, juntos nos subimos a su auto, manejó hasta el jardín de infantes e hizo una pausa.
-¿Podes hacer esto sola? ¿Te sentís realmente bien?
Dudé, tomé aire y solté un suspiro.
-Están mis amigas, voy a distraerme..
-No me respondiste-elevó sus cejas.
-Estoy bien, sé que vos también estas-besé su mejilla, bajé del auto, vi que me sonrió.
No pude evitar también sonrió, pero él no lo vio.
Cuando entré al jardín de infantes las vi a mis amigas, nos pusimos a hablar hasta que llegaron nuestros alumnitos.
Les enseñé a con unos títeres, estaban maravillados, eran llamativos, llenos de colores, algunos hacían ruidos, les conté historias, hice que el títere les de besitos, ellos se reían, tan lindo verlos felices, fue una caricia al alma.
Sí, hay que disfrutar los momentos sencillos de la vida, honrarla.
Iba a intentar estar en paz.