Una historia de Kazutora Hanemiya. - Kazu, eres un tonto, de alguna manera cuando te vi, tenías unos ojos dulces que me cautivaron al instante. - Tu también los tenías, pero, el que me recibieras siempre con un abrazo, me sentía mejor. - Aun lo sigo haciendo, creo que, es una costumbre. - Si, me alegra de haberte conocido. - Y yo a ti - lo miré detallando su rostro, aunque éramos padres, el aun seguía con sus dos mechones amarillos, lo hacía ver guapo - te amo Kazu. - También te amo, Laila. Esta historia está protegida, los personajes le pertenecen al creador: Wakui. Hay solo algunos personajes de mi creación.