Un error puede ser el primer paso para una gran historia. Una mirada puede ser tan profunda cómo para hipnotizarte. Un beso puede ser suficiente para hechizarte. Un poco de vino puede ser el ingrediente perfecto para darte el impulso de dirigirte hacia aquello que deseas. Y recuerda qué, las apariencias engañan. No todo es tan malo cómo parece, y nada es tan bueno cómo lo imaginas.