•6•

356 48 9
                                    

Atracción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Atracción.

Una palabra con un significado inmenso y un gran poder.

Cuando se trataba de dos individuos, era normal pensar que habían personas que podían sentirse atraídas unas hacia otras.

En ocasiones, había escuchado algo similar a “los opuestos se atraen”. No obstante, no creía demasiado en ello. Y menos lo consideraba en la situación en la que me encontraba con el sujeto con quién se suponía que no me llevaba bien.

Ambos éramos completamente distintos. Nuestras personalidades no encajaban en lo absoluto. Yo era todo lo contrario a él.

Sin embargo, aún con esos detalles, no encontraba una explicación lógica para lo que estaba sucediendo o lo que había pasado.

Las palabras de Lucys me hicieron pensar demasiado y al mismo tiempo golpearme mentalmente. Después de todo, era ridículo.

¿Qué se suponía que podía atraerle de mí a Hakeem?

¿Qué podía atraerme de él?

Bueno, quizás yo sí tenía una respuesta. Aunque esa respuesta no era lo suficientemente buena para explicar que Hakeem y yo hubiéramos tenido sexo.

Cada vez que le daba vueltas al asunto, volvía a las mismas preguntas, y al final me cansé. Opté por dejar que las cosas fluyeran y decidí que no tenía tiempo de pensar en tonterías que no me servirían de nada al no tener una respuesta sólida y clara.

— Esa idea me parece un poco mejor que la anterior.

— Sí. Creo que los puntos principales están mejor desarrollados —respondí hacia Josh.

Acabábamos de llegar al trabajo.

A mitad de camino nos topamos con Hakeem en el ascensor.

— Buenos días, señor —saludó Josh con gran respeto.

Yo por mi lado solo saludé con simpleza. Fuí respetuosa, aunque no me esforcé demasiado en ello.

— Buenos días —respondió el pelinegro con firmeza.

Josh en ningún momento tuvo la intención de mirar de más a Hakeem, sin embargo no fué mi caso, ya que pronto me dí cuenta de que el ojiplata me veía fijamente. Al devolver la mirada, alcé un poco más mi rostro y lo miré de vuelta.

Estuve cerca de preguntarle:

“¿Y tú qué ves? ¿Se te perdió algo, o qué? Idiota.”

Pero obviamente no podía decir aquello. Por lo tanto, mi mirada no se apartó de la suya en ningún momento. Él pareció curioso de pronto, lo que me resultó algo interesante.

Alcé una de mis cejas, acto con el que cambió un poco su postura. Entrecerró mínimamente sus ojos, cómo si estuviera tratando de estudiar mis intenciones, y luego apartó la mirada.

Inevitable Atracción [Bilogía True Love - Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora