Como un molesto nubarrón eclipsando la luz del sol cuando más la anhelas; esa es la sensación que Katakuri tiene cuando conoce al pequeño Luffy. Es una pequeña cosita triste y desconsolada, su madre lo llamaría insignificante. La angustia sin igual, que resulta discordante en su pequeña carita, hace que Katakuri no pueda evitar preguntarse: ¿Cuándo fue la última vez que el mundo vio la sonrisa de este niño? Historia para la One Piece Week de @dani_club7w7.