Un día Harry Potter iba tan sumido en sus pensamiento, que no se dio cuenta con quien se chocaba, ni la hora que era... Como castigo por estar pelando en horas de la noche, Mcgonagall decide someter a los dos chicos a dos semanas castigados, sin saber, que también tendrían que compartir asiento en pociones. Al parecer, el destino los quiere juntos... Posdata: TODOS AMAMOS DRAAAARRY.