La usurpación del trono de hierro cambió la vida de todos, la guerra ha empezado, las casas deben decidir si apoyar a los verdes o a los negros. Benjicod Blackwood no necesita pensarlo mucho, su padre juró lealtad a Rhaenyra Targaryen, y él peleará por ella. Por ella y por el omega de ojos verdes con el que sueña desde hace años. Lucerys Velaryon, el Principe heredero de Driftmark. Sólo se vieron una vez, hablaron menos de diez palabras, eran niños. Pero fue suficiente. Él supo que era suyo. Fue la única vez que sus colmillos dolieron, ansiosos por morder. Aunque no ha vuelto a verlo, peleará por su madre con el único deseo de mantenerlo a salvo. No espera nada más. No es tan estúpido como para creer que un principe del reino pondría sus ojos en un simple lord, aunque sea su alfa. ¿Pero qué hacer cuando el mismo Rey consorte Daemon Targaryen te ofrece su mano a cambio de una muerte? Ben no va a rechazar tal oportunidad, pero si quiere a ese omega para él, antes tendrá que cumplir la tarea que el Rey le encomendó. Matará a quién sea por tenerlo. Es un alfa más que feliz de entrar en batalla solo por diversión, ¿cuánto más si con la victoria puede tener la mano de su omega, la nueva Delicia del reino?