De repente se vio sumida en las penumbras de la noche y sus piernas comenzaron a avanzar apresuradamente por inercia.Con cada paso que daba, sentía como sus pies eran perforados como si miles de agujas se clavaran en ellos. Miró al suelo y se percató de que corría en un sendero de espinas y mientras avanzaba desgarraba lo poco que quedaba de aquel hermoso vestido. Quería detenerse , el dolor era insoportable, pero su cuerpo simplemente se mostraba reacio a obedecerla y como si un pequeño clic se activara en su mente notó como la miraban desde algún punto en la espesa tiniebla. -¿Quién eres?- Gritó al vacío, esperando obtener alguna respuesta ,pero la hostil risa que emergió del fondo del bosque le advirtió que la pesadilla no hacía más que comenzar.