Sumido en la oscuridad, Aarón ha caído en un pozo del que parece no haber retorno. La lucha por resistir a la brutalidad que implica ser el nuevo Boss lo consume, pero el peso del poder finalmente lo arrastra. Tras innumerables búsquedas fallidas del cuerpo de Atenea, su mente es un torbellino de culpa, desesperación y vacío. El hombre que alguna vez fue ha desaparecido, reemplazado por alguien capaz de todo por sobrevivir en el abismo que lo rodea. Pero cuando Aarón recibe una alerta de la milicia francesa, algo cambia. Una ladrona de armas, hábil y esquiva, se ha convertido en su nuevo objetivo. Especializada en robar joyas en sus ratos libres, la mujer actúa con una precisión que intriga a Aarón. Decide seguir su rastro, y en el baile anual de máscaras de la Bratva, entre el misterio y el caos, sus ojos se encuentran con los de ella. Esa mujer ha abrazado su nueva identidad. Ya no es la guerrera de la milicia ni la exiliada de la corte. Ahora, ha aceptado su destino como la mujer del Boss de la mafia rusa, dejando atrás cualquier rastro de su vida pasada. El destino los ha vuelto a juntar, y esta vez, las reglas no las dicta la lealtad ni la justicia. La oscuridad ha tejido una alianza prohibida.