Suicidio en primavera

Subo las escaleras con toda la poca energía que me queda, los escalones se hacen eternos y mi vista borrosa a causa de las lágrimas que empiezan a salir y a acumularse en mis ojos, me duele la cabeza y todo da vueltas. Mi mundo. Mi vida. Mi gran problema.
Llego a mi cuarto sosteniéndome de las paredes, remuevo los cajones torpemente hasta encontrar la caja de pastillas y calmar este dolor. Una, dos, tres. Ya no sufro, ya no duele, ya estoy bien.
¿Cómo es que llegué a esto? Bueno, digamos que es algo complicado de explicar y más cuando estoy en una sala de hospital con miles de enfermeras controlando cada movimiento.
Me llamo Scarlett. Un feo nombre para una fea chica, digamos que soy como materia gris caminando por los pasillos de la escuela, no hablo, no estudio, no dialogo con mis compañeros. Me describiría pero creo que no sería algo muy agradable, así que se los dejo a su imaginación.
Cansada de ser ignorada constantemente por parte de mi familia y mi escuela me uno a el mundo de internet.
Y hay es donde comenzó todo.

Dicen que las obsesiones son malas, pero son mi mejor deporte.
Dicen que el amor duele, pero yo amo el dolor.
Dicen que soy rara, bueno lo soy.
En conclusión todo lo que me gusta engorda, esta mal o lastima. Solo soy una máquina de problemas y los problemas solo causan más problemas.

Antes de cerrar mis ojos quiero que sepas que te amo, más que a nadie.. perdón.