— La chica se acercó al hombre con una sonrisa dibujada en sus labios. La diferencia de altura era bastante notoria así que se pegó completamente a él, acariciando su pecho marcado por encima de su playera.— Te amo, Quill. — Susurró y rodeó su nunca con una de sus manos para pegar sus labios en un beso tierno, lleno de amor pero también desesperado, los cuales eran sus favoritos. Suspiró moviendo su boca con experiencia y subió su mano faltante junto con la otra, dejándolo sin escapatoria.—