DulceCLpez

Condenada a vivir pesadillas horripilantes de índole sexual, Virginia tendrá que soportar mil y una vejaciones al ser considerada "la Elegida"... Pero, ¿con qué fin? 
          
          Si eres de mente abierta, fan de historias con morbo, entonces anímate a conocer la respuesta.
          
          Catalogada en la categoría de terror con escenas de sexo.
          
          Aviso: no se trata de una novela romántica.
          
          *Sexo gráfico
          *No apto para mentes sensibles ni menores de 18 años.
          *Lenguaje soez. Escenas impactantes. *Abstenerse los escrupulosos.
          
          Revisa "La Elegida". Te recomiendo leer "La Elegida" en @getinkspired. Léelo en: https://getinkspired.com/story/472811/la-elegida/

DulceCLpez

El rubio que había estado dándose un festín con su coño, se puso de pie con una velocidad inhumana, y le metió la verga en la boca. En el momento justo en el que la lengua de Virginia hizo contacto con esa carne endurecida, el tipo eyaculó.
            
            La mujer casi se atraganta. No esperaba que eso acabara sucediendo así. Todo había pasado tan rápido, que no le había dado tiempo a asimilarlo.
            
            —Siguiente —Oyó decirle a Jack.
            
            
            "La Elegida"
             https://getinkspired.com/story/472811/la-elegida/
            
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DulceCLpez

El rey interrumpió lo que estaba haciendo. Se puso en pie. Volvió a tomar asiento. Cogió la mano de Virginia, y tiró de ella para que quedara colocada entre sus piernas abiertas. La giró para que le diera la espalda. Luego, le colocó las manos en las caderas para que se sentara encima de sus muslos. Una vez la tuvo así, si inclinó un poco hacia delante. Colocó ahora las manos sobre sus rodillas desnudas, y las empujó hacia los lados para que quedara abierta. Ella a su vez notó algo muy grande y muy duro presionándole las nalgas y la parte baja de la espalda. Eso le hizo saber que el vampiro estaba excitado. Y que calzaba muy bien. Demasiado.
            
            —En fila…
            
            Virginia enderezó la espalda tras escucharle decir eso. ¿Qué pretendía?
            
            Cuando vio como uno de los rubios se arrodillaba delante de ella con intenciones de hacer lo que acababa de hacerle Jack, lo comprendió. ¡El cabrón pretendía compartirla!
            
            La lengua del rubio comenzó a lamerla. Al cuarto o quinto lametazo, luchó con sus pantalones para liberar su hinchada polla. Virginia se tensó más todavía. ¿Pensaba penetrarla también? En ninguna de las anteriores vivencias la poseía otro que no fuera su violador. Pero esta estaba resultando ligeramente diferente a las demás… ¿Cambiaría también ese hecho? Rezó para que no fuera así. ¡Ni a una prostituta la poseían tantas veces en tan poco margen de tiempo!
            
            Suspiró al ver que solo se la estaba machacando. Eso era lo que estaba haciendo: sexo oral y masturbarse a la vez.
            
            Poco tiempo después, cuando el vampiro aumentó la velocidad de la mano con la que se estaba dando una paja, Jack dijo:
            
            —Perra, abre la boca.
            
            Ella se giró para mirarle, sin comprender. Pero al ver esos ojos negros sin brillo mirarla fijamente, supo que nada bueno…
            
            —¡Ábrela ya!
            
            La abrió, temiendo que la golpeara si no lo hacía.
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DulceCLpez

@ DulceCLpez  Adelanto de lo que encontrarás en esa historia:
            
            —Lo dicho, sabrosa —Se apartó un poco de ella. Reparó en sus senos desnudos. Alzó la mano libre y se los tocó durante un buen rato. Luego dijo—: Me preguntó si también sabrás deliciosa aquí —Mientras hablaba, había bajado la mano, hasta posarse en su pubis.
            
            No espero respuesta alguna. Se arrodilló. Le cogió una pierna y la instó a que la apoyara en el borde del sofá para que quedara con el sexo expuesto.
            
            Jack acercó su cabeza al centro de la mujer, y besó esa piel rosada antes de hundir su lengua en ella. Mientras la lamía de arriba abajo, se tocó por encima de la tela de los pantalones. El primer lengüetazo fue lento, pero los que le siguieron, ganaron vigor y viveza. Cerró los ojos y lo absorbió todo: el sabor, el aroma, y la sensación de ella estremeciéndose con el cunnilingus que le estaba haciendo.
            
            Para no perder el equilibrio, Virginia había apoyado una mano en la mesa y la otra en la cabeza del violador que trabajaba seriamente con su vagina. Tenía los ojos cerrados, y por un momento, dejó de pensar y solo fue consciente de lo que le hacía esa boca habilidosa. Pero salió de su ensoñación cuando escucho a unos de esos tipos decir:
            
            —Su majestad, ¿nos permitirás probarla a nosotros también?
            
            
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