Cuentan que el diablo una vez se enamoró,
y no supo que demonios hacer con ese
vacío en el estómago,
cuentan que la miraba con ojos de ángel,
y que al tocar su piel se quemaba con pasión,
cuentan que Satanás conoció su propio
infierno, en la boca de una mujer cuyos
besos lo hacían un simple mortal,
cuentan que el diablo ya no es tan diablo,
y se le puede ver caminando sólo,
con ojos de melancolía.
-Juan P.F