Le veo mirarla.
Parece que el mundo se condensara en una sola persona, y lastimosamente no soy yo.
Acaricia su mejilla, le trae bebidas, y se preocupa por si tiene frío.
A veces deseo que un rayo inesperado se cruce por la ventana y caiga encima de ella de forma inexplicable. Que la eclipse. Que la aparte.
Aunque otras veces creo que solo es envidia, y que en el fondo solo quiero ser como Heather.
Quiero parecer un ángel tallado por los mismos dioses.
Quiero ser una ella.
Solo así, es probable que se fije en mí.
Ella se ríe de un chiste que D acaba de contar, y él la besa en la mitad del ataque de risa. Son perfectos. Pero ¿Por qué a mí no me besa si soy yo quién siempre se ríe de sus estúpidas bromas?
-Dijiste que no tenías frío- comenta D, luego de separarse de ella, y notar cómo temblaba.
-Mentí- le susurra ella, sin quitar sus feos ojos de encima de mi mejor amigo, y con una sonrisa bastante tonta.
Él niega mientras entorna los ojos, luego se saca su sweater y queda simplemente con la camisa, veo cómo la tela arropa los brazos de Heather, y volteo hacia la ventana. Hace menos de una semana, ese mismo sweater me cubría a mí.
Hace menos de una semana, mi mejor amigo me dijo que tal vez me quedaba mejor a mí que a él.
Hace menos de una semana pensé que tenía una oportunidad, pero obviamente me equivoqué, porque la prefiere a ella, y justo en este momento, solo una cosa se cruza una y otra vez por mi cabeza, como si se tratase de un mantra o una manifestación.
<<Quisiera ser Heather>>
