Sakura, la Hiel-Rosa

Capítulo 17

Zetsu y Sakura se habían detenido en una gran pared de rocas que escondía perfectamente la entrada a la guarida de Orochimaru para las visitas no deseable. Se estremeció tan solo de verse frente al muro que la separaba de lo que sería el fin de todo esto.

—Al parecer todavía no llegan. —Revisando los alrededores. —Tendremos que esperar, Sakura, pero no lo haremos en la incomodidad. Date vuelta por favor, no es nada personal.

La pelirrosa hizo lo que le pidió Zetsu, quien no teclearía la contraseña ante sus ojos. La actitud desconfianza sería un problema.

—Listo, ya puedes voltear. La entrada está abierta. Bienvenida a casa, Sakura.

«Bienvenida» Una palabra que sonaba tan falsa que ni el mismo Zetsu se lo creía.

—¿Cuándo crees que llegarán?

—Posiblemente hoy más tarde o mañana. Ellos están cerca. Ven, necesitas comer.

La incertidumbre de Sakura se incrementaba cada vez más. Cuánto tiempo podría mantener esa careta de valor. No lo sabía, pero esperaba que fuera lo suficiente para hacer lo que la había traído aquí.

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Sasuke sabía que había cometido muchos errores, y que todo esto se lo hubiera ahorrado. Naruto tenía razón, su mal carácter no lo beneficiaría en nada bajo esta situación. La conexión entre ellos era oculta, Sakura la había roto, pero ahora con ayuda de Kurama la había reestablecido y la pelirrosa no tenía conocimiento de ello.

—Sasuke —Naruto se acercó a su amigo. —No crees que debimos traer refuerzos.

El Uchiha la miró enojado y molesto. —Shizune se encargará de avisarles. No había tiempo que perder. Sakura por si no lo entendiste tratará de detener a Orohimaru y morir en el proceso. No había tiempo para crear una estrategia, además, desde cuándo te importa tener apoyo.

—Desde que no se trata de nosotros solamente. No quiero que Sakura salga herida.

—Y no saldrá, yo me encargaré de ello.

—Tan arrogante como siempre, ¿verdad, Sasuke?

—Usuratonkachi mejor sigue corriendo —dijo, mientras brincaba de rama en rama, acelerando su paso lo más rápido posible— Recodarás que tenemos un factor que nos da ventaja y es el factor sorpresa. Solo un consejo: no lo arruines.

Naruto le seguía el paso, brincando cada vez más rápido. —Ya supéralo, solo han sido un par de ocasiones.

Su compañero le miró de mal modo. —Un par de ocasiones, si como no. —Adelantándose al siguiente árbol.

—Oye, ¿qué me estás tratando de decir, Teme? Explícame.

—No, apresúrate. Ya no queda tiempo.

—Sasuke —habló Kurama—, cuando lo veas pertinente, déjame entrar a la mente de Sakura por medio de un genjutsu. Te ayudaré a calmar la mente de Sakura. Tú y ella están destinados a vivir muchos años.

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—Así que estás aquí de nuevo —dijo Orochimaru, mientras examinaba a Sakura de pies a cabeza. El ambiente estaba frío y obscuro, siempre era así en todas las guaridas del Sannin. Dos características que nunca ayudaron a la comodidad de la pelirrosa, pero otra vez, estaba ahí, frente a él, simulando un valor que no tenía —Me gustaría saber qué te motivó a regresar, porque tú y yo sabemos que no te perdonaré tan fácil.