Capítulo 8

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Sakura se levantó y al verse sola decidió salir de la tienda, tenía sed y quería un poco de agua, algo que le quitara ese horrible sabor de boca.

          Pudo notar que el campamento casi estaba extinto, tal parecía que se preparaban para regresar a su aldea, a Konoha y en cierta forma tenía miedo, podría encontrar a portador del Kyubi, sin saber que él estaba en ese campamento.

          —Tú, ¿dónde vas?, no puedes salir de la tienda —le aclaró un shinobi que la custodiaba.

          —Yo solo quiero...

          —No, Hiel-Rosa, tú no tienes permitido salir.

          —Pero yo solo...

          —No, Sasuke vendrá y podrás hablar con él.

          —Dai —le llamó Naruto—. Yo me encargaré de ella, puedes ir para ayudar.

          Una vez que el shinobi se hubo retirado, el chico rubio le habló de forma directa: —¡Hola! —le saludó—. ¿Sakura, verdad?

          La pelirrosa le miró entrecerrando los ojos, ya se encontraba a la defensiva, pero de inmediato se suavizó al escuchar que había preguntado por su nombre y no por su detestable apodo, aun así le tenía cierta desconfianza, él estaba con Sasuke y los otros cuando la atraparon en ese Genjutsu que la había hecho revivir los momentos más triste de su vida.

          Así que solo asintió.

          El chico rubio también asintió y dijo: —Sakura es un lindo nombre, ¿cómo te sientes? ¿Por qué te levantaste? Sé por experiencia que un Genjutsu de Itachi te deja algo mal y un poco desorientado.

          «¿Los Uchiha le habían hecho lo mismo?» pensó sorprendida, quería preguntarle, solo que no lo haría.

          Naruto esperó a que ella dijera algo, pero la chica no reflejaba tener alguna intención de hablarle, entonces fue cuando lo recordó: Cuando logras salir del terrible Genjutsu de los Uchiha, regularmente lo que quieres hacer es tomar agua, ya que te produce mucha sed.

          —Supongo que tienes sed. ¿Quieres un poco de agua, Sakura?

          La pelirrosa volvió asentir.

          —¡Ah! Debemos de presentarnos formalmente, yo soy Naruto, Naruto Uzumaki mucho gusto.

          —Yo soy Sakura, Sakura Haruno, pero creo que eso ya lo sabes.

         El chico rubio sonrió. —Sí, ya lo sé, ¿te gustaría ser mi amiga?

         —¿Amiga? No, yo no puedo ser tu amiga de nadie, pero te lo agradezco.

          Naruto no dijo nada, no le extrañaba nada su actitud, aun así le regaló una sonrisa. —Entiendo, yo tampoco confiaría en nadie si estuviera en tú lugar.

          —¿Eh? Yo...

          —No digas nada —sonriendo de nuevo—. Ven vamos a buscar agua, ya tendrás tiempo de confiar en mí, digo soy un shinobi de gran confianza.

          Trató de tomarla de la mano, sin embargo ella se resistió y sin quitar la sonrisa de sus labios dicho: —No pasa nada, ven, solo quiero cerciórame que no tropieces, aún necesitas descanso, o quieres esperarme, yo con gusto puedo ir por un poco de agua y traerla hasta aquí, ¿qué dice? —Aun ofreciéndole su mano.

          La pelirrosa lo dudo un poco todavía, aunque algo le decía que debía de confiar en él, así que tomó su mano con cierto temor en lo que podría pasar.

Sakura, la Hiel-RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora