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Después de aquel extraño suceso, llegó el entrenador del club al gimnasio, que, sin pensarlo mucho, pidió a ambas féminas salir del recinto de una manera cortés, a lo que los gemelos le explicaron la situación de Hanako, haciendo que el mayor diera cierta libertad para que la rubia fuera siempre a ver los entrenamientos, obviamente con las condiciones de no ser un distractor.

Sin olvidar el ofrecimiento a la misma sobre el puesto de mánager por si cambiaba de opinión, ya que ella expresó el no querer entrar a ningún club por ahora, pero que agradecía el pensar en ella para importante puesto, y por dejarla quedarse en los entrenamientos.

Por supuesto que a cierta castaña no le gustó la preferencia por la niñata que estaba medio los gemelos, yéndose enfurecida del lugar.

"Dios, tendré que comprarle onigiris a Tsumu y Samu por aquello" pensaba Hanako al ver como los demás empezaban a calentar para dar inicio al entrenamiento, cada integrante iba dejando su respectiva chaqueta deportiva en los bancos, al lado de la fémina.

El peli marrón no perdería esta oportunidad para hablar con la chica que, a su parecer, emprendía un aroma a café moka en temporadas de lluvia, aunque fuese solo un intercambio de palabras.

-Hanako, ¿verdad? -Se acercó Suna de manera vacilante y ansiosa, pero sin demostrarlo hacia la pálida chica.

-La misma, ¿sucede algo? ¿Qué necesitas? -Habla en un tono neutro hacia el mirada de zorro, el cuál sintió una punzada de tristeza en su marca.

Ella realmente no quería ser borde con el chico, pero, lo que menos quiere son más problemas, con los que ya tiene con las fans locas de los gemelos, el tener a una muchacha de ojos verdes sobre ella, sería demasiado y nada atractivo para aceptar.

"Puede que seamos almas gemelas, pero ya tienes a alguien, y no puedo entrometerme en aquel lugar" estaba sumida en sus pensamientos, "tendré que aceptar el cruel destino, y olvidar aquello, hasta que la marca desaparezca."

-No, o sea, simplemente, quería saber si te sentías bien. -le preguntó con voz monótona, Suna se pegó mentalmente-. "Obviamente ella no está bien, zorro estúpido, sientes sus emociones extrañamente a través de la marca, y le preguntas aquello" pensó con mucho pesar.

-Tranquilo, estoy bien, ¿le podrías avisar a los chicos que en los descansos les daré sus botellas con agua? Aun no me acostumbro a estar con muchos chicos a mi alrededor, entonces me da vergüenza. -Empieza a reír esquivando sutilmente aquella frase la chica-. Si me quedaré aquí, tengo que ayudarlos de alguna manera.

-Está bien, y disculpa lo de hace rato, fue incómodo. -Se rascó la nuca nervioso el de cabello marrón.

Los del equipo escuchaban "disimuladamente" la conversación que mantenían esos dos.

-La verdad, no me interesa. -Dijo en un intento de restar importancia-. Recién nos conocemos, y mi opinión no cuenta siendo honesta. Espero de todo corazón que duren, y que nosotros seamos buenos amigos.

"Auch, eso debió doler" pensó el equipo entero.

Suna quedó mentalmente noqueado ante lo ultimo mencionado, tampoco esperaba que ella le dijera la frase y fueran felices para siempre, sabía que ella estaba siendo considerada al ver que él estaba con alguien más.

Pero, si él quería tener avances, conocer a profundidad todo lo relacionado a aquella rubia e ir aclarando todo a medida que pase el tiempo, tanto con Yumi como con la misma chica que tenía delante de él, lo haría, aunque tuviese que aguantar el solo ser un "amigo", lo haría.

Binding Souls (Suna Rintaro, Osamu Miya X OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora