Binding Souls (Suna Rintaro, Osamu Miya X OC)

十七

(Con el paso de la lectura, les iré dejando algunas canciones.)

Tres meses han pasado, desde que comenzaron las clases de la universidad, y de aquella pequeña pero contundente confesión por parte de la fémina hacia el chico de ojos grises.

Y también han pasado tres meses para Suna Rintarō, quien trataba por todos los medios el acercarse a Hanako, pero, que está al verlo simplemente le esquivaba, no quería retroceder lo poco que ha podido avanzar con su sanación.

Las clases de la chica eran lo que ella siempre pensó, pintura tras pintura, algunas investigaciones o idas a museos, hasta clases de fotografía, algo que a ella también le llamaba la atención pero, que nunca fue muy buena en aquello que digamos.

Hasta que un chico con aires de superioridad, un gran armador pero también un gran estudiante de cuarto año de Fisioterapia llamado Oikawa Tōru la ayudó en aquella disciplina, no es un secreto que intentó de ligar con ella la primera vez que la vio, por un simple detalle.

Ella no cayó a sus pies como las demás, es más, la fémina lo habría reprendido, tomando desprevenido al joven.

✨✨✨

Flashback

El termino de mes siempre es difícil, mucho más para una nueva estudiante que no esté al corriente del movimiento estudiantil después de un año sabático, como en este caso.

El mes de abril había sido algo caótico para nuestra chica de girasoles, en especial con una clase, fotografía artística y de paisajes.

Intentando de buscar ayuda de su búho senpai, logró algunas capturas, pero no la convencían del todo aunque Bokuto le dijera que estaban perfectas, ella quería más.

En su camino por los pasillos de la Todai, Hanako caminaba algo desganada, tenía el lugar, el aparato, pero no tenía al modelo, en estar pensando todo a gran velocidad, no se percató del choque que dio contra alguien, haciendo que el pánico en su sistema fuera inmediato.

- ¡Lo siento, de verdad! No iba pendiente por donde caminaba, no era mi intención. -La chica hablaba a una velocidad alarmante, dejando descolocado a la persona que tenía delante.

-Oye, tranquila, no es para tan... Eres bonita, ¡dios! Un ángel chocó conmigo y ya me siento enamorado. -Había exclamado el desconocido, dejando algo confundida a Hanako.

Guiando su mirada, observó bien a la persona delante de ella, era un chico, más alto que esta, no negaba que tenía lo suyo, pero, no llamaba su atención.

-En fin, discúlpame por favor. -La mirada de la muchacha evitaba conectar con el ojimarrón, haciendo que este la mirase con ternura.

-Vuelvo a decir, tranquila, no es como si hayas matado a alguien, ¿está bien? -sonrió ladinamente para luego presentarse- me llamo Oikawa Tōru, un gusto.

-Hanako Yoshida, el gusto es mío -esta vez la chica lo observo una vez más por un leve momento, dejando salir una sonrisa, acto que pilló con la guardia baja al muchacho.

"Esta chica me flechó" fue el pensamiento fugaz del trigueño.

Varios intentos fueron de Oikawa por llamar la atención de la rubia mientras caminaban por los ya casi desiertos pasillos de la universidad, con dirección al patio, pero esta pasaba de él, haciendo que sintiera un poco de frustración, y curiosidad a la vez.

- ¿Por qué nada resulta contigo? -un puchero fue hecho en los labios del mayor, logrando que Hanako soltara una carcajada.

-Porque no me interesas en ese sentido Oikawa-san -se sinceró la chica- capaz con otras chicas le resulte, pero conmigo no llegará a nada más, lo siento Oikawa-san. -La chica se disculpó, a lo que este solo sonrió.