Hanako no recuerda en qué momento cayó a los brazos de Morfeo. Tiene visiones nítidas de haber hecho una parada con sus padres en una gasolinera, para poder cargar gasolina y comprar algo para beber y comer, después de eso, se forma un borrón, hasta que despertó gracias a los llamados y movimientos suaves que le brindaba su madre para poder despertar.
Aquel viaje de 9 horas, casi 10 la agotó totalmente, no cabe dudas.
-Hana, ya llegamos. -Le sonríe tiernamente su madre-. Toma tu mochila y la cajita que te dieron los chicos para bajar del auto y entrar a casa, es tardísimo, y deberías ir a dormir.
Se comienza a restregar sus ojos para poder visualizar mejor donde se encuentra. -Ya voy mamá-. Se pone las correas de su mochila, echa un vistazo a la hora en su teléfono, marcando las 11:30pm, guardando el aparato en el bolsillo de su chamarra y sostiene firmemente su caja, ya que siente que si la suelta, se desvanecerá.
Hanako baja lentamente del vehículo y cierra la puerta de este, sintiendo el aire helado que le calaba un poco los huesos, mirando hacia el frente donde se encontraba su nuevo hogar, con la poca luminosidad que brindaban las luminarias a esas horas de la noche, se notaba que es imponente y grande, pero no le tomó demasiada importancia, el cansancio era mucho mayor y necesitaba dormir urgentemente.
Al entrar a casa, se percata que es atractiva de ver a simple vista, el recibidor era de una madera caoba, ni tan nueva ni tan desgastada, entrando más allá, se percató del living, tenía aspecto americano, con sillones de tres piezas, una mesita de centro y muebles, donde irán libros y el televisor a medida que vayan sacando cosas de sus cajas, al igual que se ve unas puertas francesas, que dan hacia el patio, dando a conocer otras ventanas alrededor, obviamente, habrá mucha luz natural, algo que a Hanako le gustaba en demasía.
Con tan solo ver aquello, el sueño se disipó, y quiso ver más, su curiosidad pudo más que con el sueño
El comedor era acogedor, con una mesa de vidrio con 8 sillas, se preguntó un minuto el porqué de tantas sillas, pero recordó a los gemelos de inmediato, dando su respuesta con rapidez. Algunos cuadros de pinturas de artistas conocidos reposaban en las paredes de color blanco marfil, dando paso a otra gran ventana más, pero en sus orillas descansaba un mini sillón con algunas almohadas, y otra mesita de centro, al igual que se percató de un bonito candelabro de cristal que colgaba del techo, Hanako sonrió levemente ante los detalles, sin lugar a duda, será alucinante cuando monten todas sus pertenencias y se convierta finalmente en su hogar.
Llegando a la cocina, se percata de los colores, los azulejos son de tonalidades grises en degradación, mientras que los muebles son de un color blanco y las encimeras negras brillantes, y en el centro descansa una isla de tamaño mediano con unos banquitos a juego, dando un aire totalmente elegante.
Casi llegando a las escaleras, la chica se percata de una puerta, había escuchado a su madre decir que aquello era el lavadero, así que no entró, ya que se encontraba ansiosa de subir al segundo piso.
Subiendo de dos en dos, llega a su destino, viendo cinco puertas, abriendo una por una se va dando cuenta de la habitación de sus padres (que tenían su propio baño), tres habitaciones más y un baño para invitados, concluyendo que la habitación con balcón, un baño y la más espaciosa donde había cajas era para ella, los padres al haber visto aquello la primera vez que habían venido, dejaron claro que sería para Hanako, consintiendo a la menor.
Daban las 1:30 de la madrugada, y Hanako al fin decide ir a dormir, serán unos días largos.
☄️☄️☄️
Aquellas dos semanas fueron ajetreados para la familia Yoshida, entre ordenar sus pertenencias en sus respectivos lugares, salir a conocer y orientarse en el lugar, ver el horario de trabajo de los mayores y el horario de la menor, había sido toda una travesía. Las videollamadas hasta las tantas de la madrugada con Shou y Tobio para saber el cómo estaban y algunas anécdotas nuevas o sucesos no faltaron, aquello alegraba a la fémina, a pesar de llegar a las lágrimas a veces con la pareja.
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Binding Souls (Suna Rintaro, Osamu Miya X OC)
Fiksi Penggemar"Con pequeñas cosas, sabrás que es tu alma gemela" Bien, el simple acto de pisar aquel gimnasio, presentar y saludar, desencadenará muchos sucesos tanto buenos como malos, con aquel número diez, aquel bloqueador central. Suna Rintarō. Aunque, todo p...