31: corre

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El plan iba genial, los acababan de atrapar a todos y ahora estaban atados de las manos en el escondite secreto de la residencia de los Lee.

"No puedo creer que estén intentando salvarnos y ahora estén aquí como perdedores atados en ese ridículo poste ¡Estamos fritos!" Jun comenzó a quejarse a punto de soltar las lágrimas que se había estado reservando, parecía que le habían dicho a Mingyu que tan pendejo podía ser y se lo tomó a reto.

"Shh, de hecho va bien todo." Replicó el moreno con una sonrisa cínica, si no fuera porque Jun tenía las manos atadas ya le hubiera arrancando el cuero cabelludo.

"Ni siquiera porque estamos encerrados pueden dejar de pelearse..." Se interpuso Jeonghan haciendo una mueca. "Esto es tan incómodo."

"Lo hubieran pensando antes de ser descubiertos, ahora moriremos y ese criminal seguirá suelto." El chino pataleó con desespero moviendo al mismo tiempo a Soonyoung quien parecía su gemelo siamés por estar atados uno con el otro, por lo tanto el también se movió y pronto ya estaban tirados en el piso sin poder moverse.

"¡Deja de hacer escándalo Jun!" Reclamó el de ojos de alcancía pidiendo piedad.

La pelea siguió un rato más.
El único al que ni el presidente Lee ni el abogado Jeon habían logrado atrapar fue a Minghao y Jihoon y de acuerdo al plan todo marchaba bien.

Eso hasta que oyeron la puerta abrirse dónde detrás de ella el niño bastardo de Seungcheol asomó la cabeza con sigilo y luego con más confianza cuando notó que nadie estaba cerca.
Chan cerró la puerta encarnando una ceja al notar al par de chicos en posición fetal tirados en el piso.

"¿Quiénes son ustedes?" El castaño caminó hasta el poste dónde el otro par yacía amarrado, a cambio sólo le dieron más señas de temor.

"Lee Chan..." Susurró Mingyu, el mencionado lo ignoró por completo siguiendo con su recorrido.

"No lo sé niño, quizás si nos ayudaras a-" el pequeño no dejó terminar las quejas de Soonyoung pues tomó a ambos de los hombros para hacer que se levantaran del piso.

"Ahora sí ¿Quiénes son ustedes y de qué estaban hablando con mi padre?" Preguntó serio cruzándose de brazos

"Ya me conoces niño, soy el detective privado de--"

"¡Tu cállate niñero!" Le volvió a interrumpir, Jun no pudo evitar una rodilla al escuchar como llamaban a su hermano pero dejó de hacer muecas cuando Chan le lanzó una mirada amenazante.

"Tu padre es un criminal." Se interpuso Mingyu, el menor de todos caminó hasta la esquina del cuarto de dónde provenia la voz, quería escucharlo atentamente. "Ha estado traficando drogas y lavando dinero."

Chan de repente ya no estaba siendo rudo, parecía como si su corazón se hubiera puesto triste de pronto y bajó la mirada.

"Eso fue lo que supuse..." Admitió dejando sorprendidos a todos. "No confío en ese tal Hansol, había oído por ahí que es gente mala." El ambiente se puso tenso de pronto y el ánimo de Chan disminuyó gradualmente tirándose en el piso del cuarto recargándose en una pared. "Entonces ¿Qué harán? ¿Tienen pruebas?" 

"Las tenemos." Respondió Jeonghan en un titubeo.

"Sólo servirán si logramos salir de aquí pero tú estás muy campante haciendo-" Chan frunció el ceño y de nuevo volvió a interrumpir al ojos de tigre.

"Shht Shht, no puedo dejarlos ir así como así." Explicó y soltó una bocanada de aire, luego se levantó limpiando su trasero. "No soy muy bueno con los nudos de hecho..."

"¡Es el fin! " Exclamó Jun a punto de perder su última esperanza que era ese niño engreído.

Chan se agachó para tratar de observar más de cerca las cuerdas pero fue el mal momento en el que la puerta se volvió a abrir y ahora el presidente iba acompañado de otros dos hombres. El castaño se sintió indefenso, como si hubiera cometido el peor error de su vida.

-スト- 𝘴𝘵𝘢𝘭𝘬𝘦𝘳 {h.z}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora