VII

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*Narra ____*

Le conté todo lo que se me venía a la mente, no sentía ninguna clase de desconfianza hacia él. Era extraño. Normalmente no soy de desnudarte tanto así con alguien, pero es como si él me conociera de años, pues solo asentía con una sonrisa a todo lo que yo le decía.

-Vaya, entonces, ¿eres de Latinoamérica? - asentí -. Mmm... genial - sonreí.

-¿Y tú? No me dijiste nada de ti - su sonrisa vaciló unos instantes.

Suspiró pasando su vista de mí a la ciudad, oscura y ruidosa. Luego de unos segundos volvió a sonreír para luego mirarme, otra vez.

-Qué te digo, mi vida ya es pública, de por sí - sonreí.

-¿Tienes hermanos? - negó.

-Soy hijo único, ya te lo dije - asentí. Tonta.

-Los chicos de TXT, ¿desde cuando los conoces? - una sonrisa traviesa atravesó su rostro.

-Desde el colegio - asentí.

-¿Puedes decirme quién es esa persona especial a quien te recuerdo? - su sonrisa volvió a vacilar.

-Bueno... era alguien a quien yo quería mucho, solo eso diré - asentí, otra vez. Entiendo que no quiera decirme todo de una buena vez.

-Ok, entiendo - asintió.

Dejé de mirarlo, sentía su mirada tan incómoda que quería irme.

-____ - llamó unos minutos después. Volteé a mirarlo dudosa, su tono de voz era muy tierno, demasiado como para recién conocernos -, me gustan tus ojos - sonrió.

Y eso fue suficiente para derretirme. Se diría que estaba a sus pies prácticamente, parpadeé un montón de veces a lo que él soltó una risita.

-Um... gracias... - susurré. ¿Qué podía hacer?

-De nada - volvió a ladear la cabeza.

Escuché que la puerta de mi habitación se abría, Yeonjun se agachó, yo tomé mi guitarra y me senté en la silla rápidamente. Sabía que mi papá estaba oculto detrás de la pared, quería escuchar lo que yo hacía. Tomé del poco valor que me quedaba luego de las palabras de Yeonjun y comencé a tocar la guitarra, no tenía de otra más que cantar también. Entonces sentí que mi padre salía de su escondite, me sorprendí de manera fingida haciendo que él sonría.

-Deberías irte a dormir - se cruzó de brazos.

-Lo haré - me levanté dejando la guitarra a un lado.

-Buenas noches, hija - dió un beso en mi mejilla.

-Adiós - sonreí.

Esperé a que la puerta se cierre y volteé hacia el balcón de Yeonjun.

-¿Jun? - susurré mirando por encima de la cerca que nos dividía.

-Dime - se levantó del piso, bruscamente.

-¡Ay! - reí -. Tengo que irme a dormir...

Recuerda #2  °Yeonjun Y Tú°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora