Recuerda #2 °Yeonjun Y Tú°

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*Narra _____*

-¿Quién crees que esté enterrado ahí? - inquirió Jojo cuando llegué a la Universidad.

-¿Enterrado? ¿Dónde? - me mostró la pantalla de su teléfono. Al parecer Dispatch siguió a Yeonjun ayer en la tarde, y él fue a un cementerio... -. Si que son unos metiches...

-Me sorprende que no revisen los teléfonos de los Idols - se burló ella -. Iré a ver a quién visitó Yeojun esta tarde, ¿vienes conmigo?

-¿No se puede ver el nombre de la lápida en la foto?

-Y te quejas que ellos son metiches - dijo Booksoo, sonriendo.

-Es curiosidad - defendí.

-No se lee nada - continuó Jojo -, se ve borroso... ojalá hubieran tomado una mejor foto - se cruzó de brazos.

-Bueno, yo prefiero no meterme en esas cosas - respondí dejando mi cuaderno sobre el pupitre.

-Yo sí. Voy a ver a qué persona visitó Yeonjun - sonrió.

***

-Hay noticias - dijo mi padre mientras entraba a mi habitación en la noche.

-¡Papá, tienes que tocar la puerta, por favor! - exclamé mientras me ponía la solera rápidamente.

-Lo siento... - respondió luego de mirarme por unos segundos. Tengo que aprender a asegurar la puerta.

-Bien, qué noticias son las que tienes - dije sin mirarlo, mientras guardaba mi ropa.

-Voy a tener que viajar - respondió casi de inmediato -. Es algo del trabajo... nada importante, pero necesitan que esté ahí - asentí.

-¿Por cuánto tiempo te irías? - sonrió.

-Dos semanas - afirmó lentamente.

-Y ¿cuando te vas?

-El domingo - asentí.

Vaya, tendré casa sola por dos semanas... No es que vaya a hacer una fiesta o algo así, pero será extraño, quizá podría salir más con Jojo como ella quiere.

-Bien - dije sonriendo.

Mi padre me miró alzando una ceja, ¿será que duda de mi? Es decir, ¿qué podría hacer de malo mientras él no esté?

-¿Puedo confiar en ti? - inquirió luego de acercarse lentamente hacia mí.

- Sí, ¿qué podría hacer? - sonreí más.

Me miró a los ojos, como si estudiara mi alma. Me asustó un poco esa mirada desconfiada de parte suya, pero decidí no reparar tanto en aquella extraña desconfianza.

-¿Todo bien, pa? - pregunté al ver que él no pensaba dejar de mirarme.

-Dime una cosa - se alejó un poco y se cruzó de brazos -, ¿sigues hablando con ese chico?

-¿Cuál?

-Con Choi Yeonjun - agh, ¿qué tienes con ese chico?

-Sí, sigo hablando con él... solo un poco. ¿Por? - me crucé de brazos.

-Una cosa más - dejó de mirarme -, ¿conoces a los vecinos? - me agarró un curva.

-No, y no tengo intensiones de hacerlo. ¿Tú sí? - respondí retadora.

Rodó los ojos e hizo un ademán de querer acercar sus manos hacia mí, pero se detuvo sonriendo levemente.

-Igual de brava... no cambias - soltó una risita -. No tengo por qué conocer a los vecinos, supuse que tú tendrías curiosidad - negué.

-Solo tenías eso para decirme, ¿no? - asintió -. Bueno... necesito terminar de cambiarme, luego me entraré a dormir - miré la puerta.

Él asintió de nuevo, fue hacia la puerta y, antes de salir, volteó otra vez, pero esta vez, su mirada era una muy extraña.

-Descansa, ____ - dijo en tono sombrío.

-Igual tú, pa - y se fue.

Terminé de cambiarme y salí al balcón para poder tomar mi guitarra, parecía que iba a llover, no quería que mi guitarra se moje. Iba entrando a la habitación cuando escuché un par de exclamaciones del departamento de al lado. Me acerqué a la cerca que me separaba del otro balcón y observé brevemente las espaldas de unos chicos en lo que parecía ser la sala del otro departamento. Reconocí las espaldas de esos chicos, todo TXT estaba ahí... Jugaban video juegos, ahora entiendo el por qué de las exclamaciones...

Entré a dormir aún pensando en lo que había visto, estaba emocionada de tener a esos chicos prácticamente al lado mío. Pero claro, no puedo hacer nada... ¿qué haría? No es como si tuviera demasiada confianza con ellos, ni siquiera con Yeonjun. Agh, yo y mis sueños locos. Sería mucha cosa que ellos quisieran mi amistad.

La mañana siguiente mi padre comenzaba a alistar sus cosas para el día siguiente, cuando viajaría. Estuvo guardando su ropa desde que me levanté, al parecer trataba de evitarme, pero no entendí por qué.

No estuvo conmigo cuando desayuné, almorzó luego de que yo comiera, y al parecer no piensa cenar conmigo tampoco.

-¿Cenamos? - pregunté cuando él estaba en el cuarto de lavado.

-Voy a servirte a ti - respondió sin mirarme.

-¿Hice algo malo anoche? - me apoyé en el marco de la puerta. Él al fin me miró de pies a cabeza, cerró los ojos por unos segundos y volvió a hacer lo que hacía frente a la secadora.

- Estoy ocupado con el viaje de mañana, no puedo estar mucho contigo - se escusó.

-¿Puedo preguntar por qué dijiste que sigo brava? - paró de mover sus manos -. Bueno, por lo que yo recuerdo, no me he portado brava contigo más que anoche... No tenía por qué hacerlo hasta entonces - asintió.

-Bueno... es que, cuando eras pequeña, eras algo brava - sonreí.

-Mientes - me incorporé -. Descuida, no tengo hambre, cena solo - me miró como anoche -. Buenas noches, papá.

-¿No te despedirás de mí? - me detuvo -. Mañana me voy y no te has despedido.

-Creí que me despertarías - negó.

-Prefiero que duermas a despertarte por algo insignificante - abrió sus brazos.

Sonreí para acercarme a él y abrazarlo. Seguía sintiendo esos abrazos extraños, no duró más de dos segundos, me sentía extraña. Me separé de él, haciendo que me mire extrañado.

-Que te vaya bien, pa - asintió.

-Voy a extrañarte.

Asentí.

- Adiós.

¿Por qué es tan extraño? Dios, desde que conocí a Yeonjun las cosas están extrañas, muy extrañas.

Me dormí al instante, estaba algo cansada y ya quería que llegara el día siguiente, estaría sola y quería experimentar esa sensación. Sentía que me observaban mientras seguía dormida, luego sentí que alguien acariciaba mi mejilla y luego mis labios. ¿Y lo más extraño? sentí los labios de alguien más sobre los míos por una fracción de segundos. Ahí fue cuando me levanté de golpe. Las cortinas del balcón ya estaban corridas y, coincidentemente, había alguien en el balcón de al lado.

Era Yeonjun, quien me miraba atentamente. Me pregunto desde cuándo me estará viendo...