Capítulo 3

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Desperté por un estruendo que se escuchó en el pasillo. Miré la hora; 7:03 a.m ¿Quién se levanta a esa hora?

Me puse las pantuflas y salí al pasillo, no había nadie, hasta que escuché un quejido y bajé la mirada. En el piso estaba tirada una sensual Billie con una toalla cubriéndole el cuerpo, pero con una graciosísima cara de dolor.

—¿Qué paso? ¿Te dio por besar al piso? —aguanté la risa.

—Ja,ja, muy graciosa. —ironizó. —Resbale con algo al salir del cuarto.

No me contuve y solté una carcajada.

—Te resbalaste con la patineta de mi hermana, ¿Estas bien?

—No, estoy de maravilla.

—En ese caso me voy. —intenté caminar, pero me tomó del tobillo.

—Me duele mucho el pie y el brazo _______. —suspiró.

—¿Necesitas ayuda Billie?

—¡No, déjame aquí tirada porque estoy de la puta madre!

Valla que esta mujer era la reina del sarcasmo.

—Ya ya. —levanté las manos. —Perdóneme señora sarcástica.

—¡Deja de tratarme de usted y ayúdame!

Como pude la ayudé a levantarse, agradecía a dios que se hubiese caído cerca de su habitación porque esta mujer si pesaba.

La acosté en su cama y luego salí de la habitación, llamé al doctor de la familia, el pie de Billie estaba hinchadísimo y no le podía ni tocar el brazo porque gritaba como loca.

En una media hora el Doctor Luis llego.

Lo hice pasar mostrando mis mejores modales y subió tras de mi hasta la habitación de O'Connell.

Se encerró con ella sin dejarme pasar, había pasado una media hora y ya se me hacía que el Doctor Luis y Billie pareciera que se estaban dando de agasajos dentro. Esa idea no me gusto. Estaba por tocar la puerta cuando el hombre abrió la puerta, antes de que pudiera entrar la cerró.

—Señorita Hawk, la joven tuvo un desgarre en el pie ya que se le doblo, lo del brazo no es mucho, solo una hinchazón leve porque calló todo su peso en él, con esos analgésicos el dolor pasara, déselos cada 5 horas y aplíquele la pomada dos veces al día a la hora que prefiera, pero recuerde, tienen que ser dos veces. Hágalo hasta que la hinchazón y dolor desaparezcan, si sigue las instrucciones al pie de la letra en tres o cuatro días la señora O'Connell estará como nueva. —me entregó la receta.

Lo acompañé hasta la puerta. Tomé un poco del dinero para emergencias y salí en busca de los medicamentos.
Era domingo. Mariana tenía ballet, Papá hoy tendría una junta muy importante para cerrar un súper negocio organizado por él y Mamá debe de estar promocionando su última línea de ropa para viejas. Y todos estarían gran parte de la mañana fuera, lo que me dejaba a mi sola como la nueva enfermera de O'Connell.

Compré los medicamentos y regresé a la casa, cuando llegué al cuarto de Billie ella dormía plácidamente.
Sentí un poco de lastima raro en mí, la pobre tenía el pie como sapo y el brazo con moretones. Hacía unas muecas graciosas supongo que del dolor y estaba sudada. Toqué su frente, tenía fiebre ¿Qué mierda? ¿Qué tenía que ver doblarse el pie con la fiebre? Lo descubrí cuando estornudo. De Maravillas O'Connell, ahora tendría que ser la enfermera de más de una enfermedad.

Billie se movía inquieta, o eran pesadillas o le dolía el pie.

Me senté en la cama justo a su lado y acaricié su rostro para relajaría, inmediatamente ella dejó de moverse y su semblante cambió de dolor a paz. Aprecié su rostro ahora de cerca, esa mujer es preciosa.

La Mejor Amiga De Mamá (Billie Eilish y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora