Capítulo 5

5.1K 396 15
                                    

MARTES

Estúpido y sensual martes.

Mi mamá había tenido un poco de consideración y me despertó a las 9:00, ahora estaba luchando por llegar a mi cuarta clase en el colegio.

—¡Mama conduce más rápido!

Sinceramente no me importaría llegar temprano si no fuera porque hoy darían los resultados de literatura, si reprobaba esa materia serían entonces 4 materias reprobadas y probablemente tendría que repetir el año. De nuevo.

—¡No me presiones Elizabeth!

Odio cuando me dicen Elizabeth, ósea _______ suena mejor, cuando por fin mamá doblo a la esquina vi el colegio, y sinceramente nunca me había sentido tan bien al verlo.


Mamá aparco en la esquina, bajé de un salto del auto y corrí prácticamente hasta la entrada de la escuela.

Nunca vi tan largo el corredor. Nunca.

Cuando la puerta de mi salón estaba a unos metros la profesora Gonzales se paró frente a mí.

—Hawk, sabes las reglas por correr en los pasillos.

—¡Joder voy tarde!

—Acabas de decir una grosería, además vienes tarde y ¿qué es lo que te dije sobre ese tatuaje? Tienes que quitártelo, no sé cómo lo va hacer pero eso no está permitido en la escuela.

—Ni que viniera a estudiar con el tatuaje. —rodé los ojos.

—Ni siquiera vienes a estudiar. —bufó.

—Como sea, déjeme pasar.

—Castigada después de la escuela.

—Sí, sí, muévase.

La profesora Gonzales salió de mi vista. Seguramente me iba quedar.

Vi como el profesor de química, la tercera clase salía justo cuando el timbre sonaba. Había llegado a tiempo.

Entré al salón, mi puesto justo entre Alejandra y Jessica al final estaba vació.
Aventé mi mochila, luego vi al señor Peña entrar.

Gonzalo Peña era un hombre alto, buen cuerpo, pero tenía una actitud de patán, siempre andaba por el colegio con cara de orto, pareciera que no lo alimentara bien su esposa, ustedes saben de qué hablo.

—Tomen asiento alumnos.

Todos obedecieron.

Empezó a pasar lista y a decir la calificación al par.

—Alejandra Díaz, 10. —era de esperarse. —Jessica Hernández, 6. —impresionante. — _______ Hawk, 5.

Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.
Mierda. Mierda y tres mierdas más.

Estaba muerta, era la cuarta materia que reprobaba, y había una estricta regla en el colegio de que a las cuatro materias el alumno era dado de baja.

Hace unos años había reprobado, afortunadamente había entrado antes de lo debido al kínder y respecto a la edad estaba bien, pero ahora iba a estar con niños. No podía permitir aquello.
Cuando la clase termino y todos salían al descanso corrí prácticamente hasta al profesor antes de que saliera.

—¿Que necesita señorita Hawk? —preguntó con mal humor.

Idiota.

—¿Porque me ha puesto 5?

—Tan solo había entregado 3 trabajos y sacó 1 en el examen.

—¿Hay una forma de que me ponga 6?

—Me temo que no.

—Por favor, si me pone 5 a papá le dará otro infarto. —una falsa lágrima salió. —Es mi cuarta materia reprobada y sabe qué significa eso. —más estúpidas lagrimas fingidas salieron. —Hace unos cuantos años reprobé y mi papá sufrió un infarto por ello, el doctor dice que el siguiente no lo puede sobrevivir.

Bravo Hawk, vas para Hollywood.

—Oh.... Lo siento Hawk, pero no.

Hijo de Puta

—Por favor profesor Peña, no sea así por favor. — otra falsa lágrima salió.

—Bueno, le subiré la calificación si me entrega una antología de poesía inglesa.

—Perfecto.

Hubiera sido mejor que me lo pusiera y ya.

Salí del salón semi-feliz.

El día paso sin nada interesante, se suponía que tenía castigo, pero me fui a casa.

No había nadie, eso no era novedad.

Mamá siempre iba promocionar sus líneas de ropa, me hace raro que el trabajo con Billie no haya empezado aun, bueno mejor así pasó más tiempo con la mejor amiga de mama, papá trabajando obviamente, mi hermana en clases de lo que sea.
Desde la llegada de Billie, no había hablado con mi hermana y era extraño, a pesar de que fuéramos tan diferentes no podíamos vivir la una sin la otra, ya saben, amor de hermanas.

En fin, tomé varias hojas blancas, un bolígrafo y mi laptop.

Nada, todas las "poesías" eran un asco.
Dos horas después mi puerta sonó.

—Adelante.

La cabeza de Billie se asomó por mi puerta.

—_______!.

—¿Qué?

—Nada, solo que han pasado dos horas de que llegaste y no me has dado guerra.

—Estoy haciendo tarea.

Billie miró de reojo las hojas en blanco.

—No has hecho nada.

—Entonces ayúdame. —suspiré.

—¿De qué se trata?

—Literatura inglesa.

Billie sonrió.

—Has acudido a la persona correcta.

_

Votay comenta

La Mejor Amiga De Mamá (Billie Eilish y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora