La Mejor Amiga De Mamá (Billie Eilish y Tu)

Capítulo 26

- - Últimos capítulos - -

— ____!!!

— Que pasa Bill.—dije mientras termino de arreglar mi maleta.

— Donde está mi playera verde.—pregunta Billie parada al frente del closet.

— Esta en el tercer cajón del closet amor.

— Gracias amor, ya están listas?.—dijo cuándo termina de cerrar su maleta y miraba hacia donde está el pequeño Billy jugando en la cama. — Yo casi Bills, si quieres espérame en la sala con el niño, ya bajo.

— Claro hermosa.

Responde mientras agarra en sus brazos a Billy y con la otra mano su maleta me da corto beso en los labios y sale de la habitación. En menos de un minuto ya había terminado de empacar, y me doy una ducha, ya lista con unos pantalones pegados blancos, una blusa de color blanco y mis zapatillas negras, me dirijo a bajar hacia la sala de la casa, ya que hay estaba mi esposa sentada en el sofá viendo Discovery Kids con el pequeño Billy.

— Lista amor? —dijo mientras se paraba del sofá con Billy en brazos, apagaba la TV y agarraba su maleta.

— Si Bill, a qué hora sale el vuelo?

— En menos de una hora, así que ya vamos al aeropuerto.

Los tres salimos de la casa, colocamos nuestras maletas en el maletero y nos subimos al auto rumbo al aeropuerto, en el camino me dedicaba a ver por la ventana, tenía a Billy dormido en el pecho, y bueno mientras escuchaba a Billie cantar sus canciones favoritas, en menos de 10 minutos ya nos encontrábamos en el estacionamiento del aeropuerto para guardar el auto mientras no estamos en el país, ya con todo listo nuestro vuelo estaba abordando por la puerta 7, mostramos todo nuestros papeles y ya nos encontrábamos en el avión sentadas en primera clase.

— Bill esto es tan hermoso.

— Esto es el principio de lo hermoso, te tengo una sorpresa antes de ir a Argentina.

— Mas, hay Billie...

— _______ te amo, y quiero lo mejor para ti y para Billy, son mi vida.

— También te amo Bill y ustedes dos también son mi vida. —dije mientras le daba un beso con todo el amor que le dije. Con esa pequeña charla que tuvimos, me quede dormida.

Luego sentí a alguien golpear mi cara, abro los ojos de golpe y era el pequeño Billy que tenía al frente con una sonrisa.

— Hey pequeño, dormiste bien.

— Ta.—respondió dando pequeños aplausos.

— Eso lo tomo como un Sip.

— Amor, ya despertaste, ya vamos a llegar ok, toma te traje un yogur de fresa. —me lo entrego y me regalo un beso en la mejilla.

— Gracias Bill.—le devolví el gesto y me dedique a comerme mi yogur, saque una banana que tenía en la cartera y lo acompañe con él, amo esa fruta.

*Señores pasajeros por favor colocarse su cinturones de seguro ya vamos a aterrizar.*—dijo el capitán del avión, en pocos segundos sentí un pequeño salto y ya habíamos aterrizado.

*Señores pasajeros Bienvenidos al Caribe*—al terminar de escuchar eso me quede en shock y mire a Billie que no me dejaba de sonreír.
— Sorpresa amor.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

El viento cálido que ofrecían las hermosas playas caribeñas golpeó mi rostro. Aspiré el aire fresco y miré fascinada el hermoso azul de las aguas.

—¿Te gusta? —preguntó Billie.

—Es perfecto. —la besé cortamente.

Al aterrizar nos dirigimos al hotel, dejamos todo nuestras maletas y nos fuimos a la playa que queda al frente del hotel, para traer a Billy, después de todo no éramos un par de recién enamorados, ya éramos toda una Familia y esto eran más como unas pequeñas vacaciones.

Lo dejé sentarse en la arena con su traje de baño azul caribe, claro, bañado en bloqueador solar.

Pasamos toda la tarde en la playa y regresamos cuando el sol ya se ocultaba, Billy estaba rendido en los brazos de Billie.

La habitación con vista al mar era el doble de hermoso, acostamos a Billy en su cama y luego nos fuimos a la nuestra.

—Te ves perfectamente bien así. —murmuró mientras pasaba su dedo índice por mi muslo.

Mi piel se erizó al contacto.

—Bill, Billy está en la habitación de al lado.

—Él no puede ver nada, no sabe caminar. —me sonrió.

—Pero si escucha.

—Está dormido. —besó mi hombro. —Ni va a sentir tus gemidos.

Sus manos fueron a parar a mi cintura desnuda.

Ambas aún traíamos traje de baño.
Repartió pequeños besos húmedos desde mi hombro hasta la parte baja de mi oído, luego bajo a mi cuello de nuevo y me mordió, eso iba dejar marca.

Sopló con cuidado y lentitud donde me había mordido y eso termino por hacerme caer rendida a su merced.

—Hazme tuya O'Connell. —susurré.

—Tus deseos son órdenes. —sonrió de lado.

Sus manos fueron a mi trasero y lo apretó con todas las ansias. Con una de sus manos alzó mi pierna haciendo que esta quedara a la altura de su cadera, la sostuvo ahí con su brazo y luego hizo lo mismo con la otra. Me besó con pasión y a cuestas me llevó al baño.

—Espera un poco. —pidió.

Empezó a preparar con burbujas la bañera, prendió velas aromáticas y las puso alrededor luego de que apago la luz.

Se acercó lentamente hacia donde estaba yo y con lentitud desabrocho el nudo de la parte superior del traje de baño, como era strapless la pieza callo de inmediato.

Beso la loma de mis pechos y así fue bajando hasta llegar a mi tanga, luego la bajó salvajemente con los dientes.
Quité su parte superior de traje de baño y después la inferior, luego ella me tendió su mano y me llevó hasta la orilla de la tina.

Metí un pie, el agua estaba tibia, perfecta.

Termine de entrar y me senté, la espuma cubrió mi cuerpo hasta abajo de los hombros, después de mi entro Billie.

—Quiero hacer el amor en el agua. —susurró contra mi oído. —Quiero hacerte el amor en el agua.

Me invitó a sentarme en sus piernas, no dude tanto en hacerlo. Sus manos subían y bajaban a través de mi espalda, de vez en cuando iban a parar a mi trasero.

Mientras tanto su lengua se encargaba de recorrer cada centímetro cuadrado de mi pezón. Sentí su mano inconscientemente tocar mi entrepierna, las abrí más para darle liberta, al ver mi acción enseguida empezó a mover sus dedos en círculos rápidamente, mientras tanto y entre besos se me escapaban gemidos.

—Te amo. —dejó caer su cabeza en mi hombro cuando alcanzamos un orgasmo.

—Quiero hacerte el amor de nuevo, esta vez con ternura. —me pidió.

Salimos de la bañera y nos metimos de nuevo a la habitación, aún sin secarnos me dejé caer en la cama y ella se subió sobre mi apoyando su peso en los codos.

—Eres la mujer más maravillosa que conozco. —besé una y otra vez su bellos labios carnosos—Te amo.

Billie acarició mi tatuaje de la BEO en el hueso de la cadera.

—Recuerdo este día. —suspiró. —Quien lo iba decir.

—Mi cumpleaños número 17.

—Eres mi todo _______, sin ti y mi hijo, no soy absolutamente nada.

—Nunca nos vas a perder. —acaricié su cabello. —No viviré la vida sin ti Bill.

Mis piernas se enredaron en su cintura y de nuevo ella me llenó por completo de besos, las caricias ahora eran más suaves, tiernas y cuidadosas, aunque no por eso menos placenteras.

De vez en cuando mis uñas se enterraban en el colchón o apuñaba las sábanas, hacer el amor con Billie sin duda alguna era de los actos que más amaba.

Me recosté en su pecho al final, las sábanas cubrían nuestros cuerpos desnudos mientras mirábamos al techo.

—Billy no ha llorado. —de pronto recordé.

—Debe estar muy cansado.

—Es raro, son las doce, siempre a esta hora llora por el tetero.

—Fue un día largo.

—No Billie. —me estaba preocupado. —Pase lo que pase el siempre llora a media noche.

—Estás siendo paranoica cálmate amor.

—No, no voy a ir a verlo.

Me levanté de la cama aún enrollada en la sábana, caminé hasta la puerta marrón que conectaba las habitaciones. Estaba oscuro, muy oscuro. Era también muy raro, porque yo había dejado la lamparita prendida. Apreté el interruptor de la luz y cuando me di la media vuelta a mirar a la cuna, el alma abandonó mi cuerpo.
La cuna estaba vacía.

—¡BILLIE! —grité a todo pulmón.

Ella llegó corriendo de inmediato.

—¿Qué pasa?

Miró a la cuna y se puso rígida al verla vacía.

—Billy no está.

_

Vota ⭐ y comenta