Diferencia de edad
la diferencia de edad no es tan importante, es decir ¿qué tanto pueden importar 2 o 3 años?
Pero es un obstáculo cuando tal diferencia es de 16 años
yo era una chica que solía ignorar las tolerancias del amor, hasta que me enamor...
¿Les digo algo? Si alguna vez necesitan ayuda con la literatura inglesa, busquen ayuda con Billie O'Connell.
Debido a la excelencia de "mi" trabajo, que realmente lo hizo Billie saqué 8.
Llegué corriendo del colegio a mi casa, Billie y Mama conversaban en el jardín, seguro era día libre de mama porque las dos estaban en ropa cómoda en las sillas al lado de la piscina tomando el sol.
No me importo el hecho de que estuviera mama presente, me lancé sobre Billie, quedamos en una posición algo extraña, es decir, mi rodilla estaba en su entrepierna y nuestros rostros a centímetros.
Aun así sonreí.
—Saqué un ocho.
Su rostro estaba rojo, se veía nerviosa. Como no, mi pierna estaba en zona prohibida, Dios mío.
—Felicidades. —medio sonrió.
—Gracias. —escondí mi rostro en su cuello.
—_______, hija estas incomodando a Billie. —dijo mi mamá.
—¿Y?
Sabía que no me bajaría de ella hasta que me aburriera, así que dejó ese tema.
—¿En qué sacaste 8?
—Literatura Inglesa.
Los ojos de mi mamá casi salen.
—Siempre sacas 5 o 6.
—Billie me ayudó con un trabajo y gracias a eso Peña me pasó 8.
—¡Eso sin duda hay que celebrarlo! ¡Ana!
La empleada llegó corriendo. Estúpidas lambisconas.
—Dígame señora Hawk.
—Avísale a mi hija y a mi esposo que se arreglen, iremos a comer.
—Si señora. —la mujer desapareció.
—Bueno, vallan a arreglarse, hay que festejar el primer 8 de mi hija. —se levantó de su silla y se fue.
—¿Primer ocho?
Alcé la mirada, nuestros rostros estaban a centímetros, no sé cuándo fue que Billie empezó a rodear mi cintura con su brazo.
Estará mojada, sí, pero creo que ahora que papá se había ido tenía más confianza.
—No siempre la mejor amiga de tu mamá te hace la tarea.
Billie se echó a reír.
—Creo que debes ir a arreglarte _______.
—Me gusta más estar aquí contigo.
Billie se sonrojo.
—Tu mamá puede malinterpretar esto.
—Al cuerno mi mamá.
Me acerqué a ella lentamente, cuando estaba a tan solo un centímetro de sus labios ella cerro los ojos, besé su mejilla rápidamente y corrí al interior de la casa.
No vi su reacción, pero de imaginármela me daban ganas de reír.
Subí a mi habitación me di una ducha rápida, me coloque un buzo blanco, unos vaqueros negros, unas zapatillas negras, me deje el cabello suelto y me maquille lo necesario.
Mamá y mi hermana portaban vestidos de colores pasteles y recogidos perfectos, ese sinceramente no era mi estilo.
Al principio me decían cosas, luego se resignaron a que no iba cambiar. Luego bajo Billie, traía un buzo de color rojo, azul y blanco con pantalones que hacían juego con su buzo, su cabello suelto y un maquille no muy fuerte, estaba preciosa.
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Todos ya listos subimos al auto y Papá condujo hasta un restaurant, de esos en los que te sirven una baba de comida y tienes que vender un riñón para pagar la cuenta.
La comida no fue muy interesante, Mamá y Billie hablaban de negocios, Mariana le contaba a Papa como le va en la escuela y yo simplemente los observaba a todos. Agradecí cuando papa pidió la cuenta y nos devolvimos a casa.
Ya era de noche cuando llegamos, me metí a mi habitación, me puse el pijama cuando estaba por dormir alguien llamó a mi puerta.
Era Mariana.
—Hola Mari. —sonreí contenta.
Adoro a mi hermana, era realmente bueno hablar con ella.
—Hola ___(apodo).
Siempre me llama así.
—¿Qué sucede?
—Bueno, tú eres una chica no....
—Hay no me digas Mari, Habla más claro que no entiendo lo que tratas de decirme. —suspiré.
—En el colegio hay un chico que se llamar Vadhir Derbez. —dijo animada.
—Ajá, continúa.
—Él es realmente lindo. —rio como boba.
—¿Lindo en qué sentido?
—Lindo de cara, de actitud, estoy con él en un trabajo y vamos a estar compartiendo más tiempo juntos, por eso te pido ayuda a ti.
—Bueno Mari no soy muy buena dando consejos de amor, pero lo único que te puedo decir, que siempre seas tú misma, a los chicos les gusta chicas auténticas que sean ellas misma.
—Muchas gracias ____. —se acercó a mí y me abrazo.
—De nada Mari. —sonreí.
—¿Y tú?
—¿Yo?
—¿Cómo vas con el amor?
—El amor es una estupidez Mari, sin ofender.
—¿Segura?
—Si ¿por?
—Por como mirabas a la señorita O'Connell ¿te gusta no?
