Diferencia de edad
la diferencia de edad no es tan importante, es decir ¿qué tanto pueden importar 2 o 3 años?
Pero es un obstáculo cuando tal diferencia es de 16 años
yo era una chica que solía ignorar las tolerancias del amor, hasta que me enamor...
—Ni que fueras mi esposa. —le voltee los ojos y entre al baño ignorándola absolutamente.
Me bañé, necesitaba relajarme. Tarde una hora bajo el agua y luego salí envuelta en una toalla en el cuerpo y otra en la cabeza.
Billie seguía en la habitación. Estaba acostada con los ojos cerrados y las manos juntas en la barriga, o tal vez se había quedado dormida.
Me acerqué a ella y besé sus mejillas, su frente, su barbilla, su nariz y finalmente dejé un corto e inocente beso en sus labios.
Billie abrió los ojos de golpe y yo me separé rápidamente.
—¿Qué hacías? —me miró con los ojos entrecerrados.
—Nada. —le sonreí inocente.
—Como sea. —bostezó. —Laura me dejo encargada que te dijera que tenemos que estar hoy a las siete en el Teatro Trail, tu hermana tiene una presentación muy importante y quiere que estés presente, yo voy a llevarte.
—¿Me dejas cambiarme? —señalé la puerta.
—Como si no te hubiera visto desnuda antes. —rodeó los ojos.
—Bien, aténgase a las consecuencias. —sonreí.
Billie frunció el ceño.
Me quité la toalla y empecé a deslizarme por la habitación "buscando cosas" de vez en cuando la miraba de reojo y veía como observaba mi cuerpo desnudo algo nerviosa.
Cuando me dio frio tomé la crema para el cuerpo y empecé a esparcirla descaradamente frente a Billie.
Ella tragó saliva.
—Dicen tus padres que te vistas elegante porque después tienen una cena importante con uno de sus socios, y es alguien muy importante y que no conoces.
—¿Quién? —la miré ceñuda.
Según yo conocía a todos los socios de mi padre.
Billie se encogió de hombros.
—No lo sé, solo sé que viene de Colombia.
Asentí y busqué algo en mi closet que fuera más o menos elegante, pero sin perder mi estilo.
Me puse un vestido azul marino con lunares blancos y unos tacones negros. Sequé mi cabello y le hice ondas gruesas, quería salir un poco de la rutina de lo lacio, me maquillé y me hice los últimos detalles y Billie seguía ahí.
—Estoy lista.
—Vamos.
La miré, estaba hermosa como siempre, su cabello estaba suelto y un maquillaje suave.
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Tomé mi bolsa del mismo color que mis zapatillas y salimos de la habitación.
—Aun no entiendo porque te quedaste todo el tiempo en que me estuve arreglando.
