Himiko Toga 1

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Todos los personajes son de la serie Boku No Hero Academia (My Hero Academia) del mangaka Kōhei Horikoshi. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.

La historia está basada en la novela de Linda Howard "El Hombre Perfecto", si deseas leer la historia original para comparar las tramas, envíame un mensajito y con gusto te paso el archivo PDF.

ADVERTENCIA, CONTENIDO FUERTE, CRUDO Y EXPLÍCITO CON CONTENIDO SEXUAL, (+18) SI ERES ALGUIEN SENSIBLE TE RECOMIENDO QUE PASES DE LEER ESTE CAPÍTULO, Y TE VAYAS HASTA LA PARTE DE ABAJO DONDE HARÉ UN PEQUEÑO RESUMEN.

SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

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— Son unos bastardos malnacidos. — Dijo él, mientras le pedía perdón mentalmente a Stain y Jin, ellos no se merecían esos insultos porque habían sido víctimas de las circunstancias, aunque Deku en cambio...

— Unos bastardos malnacidos que no merecen vivir.

Toga y Spinner se voltearon para ver a la tercera persona que se acababa de unir a la conversación.

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Toga sabía que minimizar los problemas no estaba bien, pero se sentía mejor cuando decía que su infancia y adolescencia "habían sido un poquito difícil" a decir "Que habían sido una mierda total", porque no lo fue en realidad, le pasaron cosas malas, pero también cosas buenas que la habían forjado tal y como era ahora.

Ella era consciente que los padres usualmente le dicen a sus hijos que son especiales y extraordinarios, y que sus gustos y preferencias no debería de hacerlos sentir menos, sino orgullosos, ya que eso los diferencia como personas únicas. Pero eso eran puras falacias, los padres realmente quieren hijos normales que no les causen problemas, y si realmente tienen un hijo especial, ellos serían los primeros en obligarlo a cambiar y dejar de ser el mismo.

¿Cómo lo sabía? Sus padres habían actuado así con ella, desde siempre supo que era diferente, en la infancia mientras los demás niños jugaban, ella prefería observar a sus compañeros en vez de unirse a ellos, no era que le gustase observar el juego, sino que prefería ver a la distancia como sus compañeros se caían y lastimaban para luego comenzar a sangrar...

La sangre... Era demasiado atractiva para ella, podía ver a toda la gente con diferentes físicos, pero sabía que en el interior todos eran iguales y la misma sangre roja corría dentro de ellos, tal vez fuese el color, o la idea de que algo liquido estaba dentro del globo humano al que se le llama piel, pero la sangre y el sabor metálico que tenía era algo que la tenía fascinada.

Además, cuando salía sangre, significaba que la persona que tenía la herida había sufrido algún tipo de dolor, así que era hasta cierto punto romántico que el resultado del dolor fuese sangre, ya que a ella le causaba un gran placer tocarla y probarla. El sufrimiento de otros provocaba la felicidad de ella de una forma que ni ella entendía.

Al inicio, sus profesores no vieron nada de malo en que ella no jugase con sus compañeros, porque a pesar de ser aislada en ese ámbito, ella se llevaba bien con ellos en el salón de clases, era participativa y sacaba buenas calificaciones, simplemente no le gustaba el deporte físico, decía con una sonrisa comprensiva.

Sin embargo, hubo un día donde sus padres la regañaron fuertemente y los profesores dejaron de sonreírle.

Un día en el receso, un niño jugando se resbaló cerca de una lámina suelta de un juego y empezó a sangrar, todos sus compañeros se alejaron asustados y unos comenzaron a llorar, pero ella, casi por instinto se acercó a ver la herida y al ver que aun brotaba la sangre decidió inclinarse para comenzarla a beber, su compañero se asustó y empezó a gritar pidiendo ayuda, cuando los profesores llegaron y los separaron, se horrorizaron al ver que además de la herida, el niño tenía marcas de mordida en la piel.

Un Hombre Casi Perfecto [Kacchako] CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora