Capítulo 21

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Todos los personajes son de la serie Boku No Hero Academia (My Hero Academia) del mangaka Kōhei Horikoshi. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.

La historia está basada en la novela de Linda Howard "El Hombre Perfecto", si deseas leer la historia original para comparar las tramas, envíame un mensajito y con gusto te paso el archivo PDF.

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A pesar de estar acostada Uraraka no podía conciliar el sueño, estaba en la casa de Tsuyu, en su sillón y con la cabeza arriba de sus piernas para ser precisa, pero no se sentía ella, estaba aturdida, era increíble lo que acaba de sucederle, eso sólo pasaba en las películas: su casa estaba destrozada y sólo se necesitó que ella y sus vecinos contiguos no estuviesen presentes para que alguien cometiera un crimen.

Coincidencia o no agradeció que ella estuviera en la fiesta, una parte de su mente le decía que fue su culpa por dejar la puerta abierta como en otra ocasiones lo había hecho, pero otra la decía que si su atacante era un asesino en todo el sentido de la palabra, no se hubiese dejado detener por una puerta simple de madera y ella no estaría con su amiga en ese momento.

Bakugou se comportó como todo un caballero, no dejó que entrara mucho a su casa para que no se asustara más de lo que estaba, con lo poco que vio se impactó al ver como los artículos que consiguió con todo su esfuerzo quedaron reducidos a cacharros derrumbados en el piso; si alguien entra a tu casa con la intención de robar no saca los cubiertos de la cocina, se va directamente hasta la habitación, así que quien quiera que hubiese hecho eso había tenido tiempo de sobra para divertirse con sus pertenencias. Antes de tener un ataque de pánico su vecino, y ahora pareja, le dijo que no pensara en aquello y que él lo resolvería.

La llevó a su casa, volvió a hablar al departamento para solicitar refuerzos en sentido de urgencia, le preparó un café y le habló a Nemuri Kayama, su vecina de enfrente para que le hiciera compañía. A esa mujer no la conocía, nunca la veía en su casa pero cuando llegó, notó como su maquillaje estaba intacto a pesar de la hora que era, ella aceptó gustosa en estar en la casa, diciendo que tenía curiosidad por la decoración de ésta, y si no hubiese mencionado aquello, Uraraka no se habría percatado que tenía muy buen estilo y diseño, se suponía que todas las casas de la cuadra eran iguales, pero se notaba que esa había tenido modificaciones.

La mujer que alcanzaba los 40 años le explicó que los padres de él tenían una empresa de interiorismo, su madre era arquitecta y su padre decorador de interiores, así que se dedicaban a remodelar casas parcial o totalmente. Le explicó que antes la casa se veía clásica y formal debido al gusto de los abuelos, pero cuando él se mudó hace apenas dos años sus padres como regalo de independencia formal metieron mano para asegurar que su hijo tuviese un hogar a la vanguardia.

Lo entendió cuando vio las paredes blancas mientras en el fondo un gran candelabro colgaba desde el segundo piso, con que la casa tuviese un segundo piso era bastante modificación, pero la planta alta solo cubría una parte dejando un techo mucho más alto que mostraba el concepto "abierto" que tanto se mencionaba en televisión, la cocina no tenía estufa sino una parrilla, y la barra donde Uraraka estaba sentada era de granito, pero ni siquiera se permitió emocionarse por eso.

Al ver que su plática no tenía el resultado deseado, la vecina decidió cambiar de táctica y le empezó a contar su vida a la joven: le reveló que en su juventud era bastante rebelde y se escapó de casa apenas cumplió la mayoría de edad, se involucró con gente indeseada y estuvo a punto de entrar en el mundo de la prostitución, aunque tuvo suerte y sólo se dedicó a ser bailarina de pole dance, le gustaba hacerlo, se sentía plena y eufórica cuando lo hacía, aunque sabía que varias compañeras no tenían su misma suerte.

Un Hombre Casi Perfecto [Kacchako] CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora