Un Hombre Casi Perfecto [Kacchako] Completo

Capítulo 28

Todos los personajes son de la serie Boku No Hero Academia (My Hero Academia) del mangaka Kōhei Horikoshi. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.

La historia está basada en la novela de Linda Howard "El Hombre Perfecto", si deseas leer la historia original para comparar las tramas, envíame un mensajito y con gusto te paso el archivo PDF.

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Si bien su plan era ir a la cocina, Uraraka giró hacia su habitación para cambiarse, había optado por usar de pijama una pantalonera y una blusa de manga corta, pero decidió cambiarse por un short deportivo y una blusa de tirantes, ¿Bakugou quería jugar? Pues lo harían. Se acomodó sus nuevas prendas decidida pero cuando se vio al espejo se congeló ante la imagen que reflejaba: "Ridícula" una voz que no se había aparecido en días habló, y era el recuerdo de cuando Deku le dijo que se veía así cuando intentaba usar algo de ropa corta o lencería sexy.

"No a todos les queda bien ese tipo de ropa ¿Sabes?"

"¿Por qué intentas auto sabotearte a ti misma con tanto ímpetu?"

"Te ves ridícula usando eso, quítatelo"

Su cuerpo quedó estático, Bakugou era diferente y ella no era la misma chiquilla que se dejaba controlar a su antojo, se recordó, si ella quería vestirse así lo podía hacer, y no le debía de dar cuentas a nadie, ni mucho menos al recuerdo de Deku, que con lo aprendido de él en la comisaría, sabía que sólo era un chico más y que había mejores hombres que él intentando estar con ella ¡Hasta tenía un acosador y gente hablando sobre sus fotos en internet!

Cerró los ojos, contó hasta diez y se volvió a poner la primera blusa.

Regresó más desanimada a la cocina mientras empezaba a preparar sus bebidas, al inicio le había sorprendido que Bakugou llevara grandes cantidades de jugo de naranja consigo pero ahora veía como los recipientes del zumo empezaban a mermar cada vez más. Se tomó un vaso nuevo y luego lo rellenó para llevárselo a la sala.

El policía estaba acostado mirando al techo, pero cuando la vio acercarse se acomodó rápidamente, ella lo sabía, ese short era de los más cortos que tenía, tanto así que siempre usaba una licra debajo para poder salir a la calle cómodamente.

— Creo que se me cayó mi celular — Dijo él, y Uraraka por un momento dudó de haber estado escuchando bien.

— ¿Qué? — Preguntó — ¿De qué hablas?

— Se me cayó mi celular, justo debajo de la mesa — Explicó mientras señalaba una pequeña mesita de vidrio que estaba colocada en medio de la sala — Tráemelo.

— ¿Qué?

— Si, bueno, ya estás parada, y yo estoy cómodo así como estoy. ¿Me vas a quitar mi comodidad cuando apenas la encontré? Tú no eres la que va a dormir en un sillón desconocido.

Rodeó los ojos mientras farfullaba que él se acaba de levantar y ya había perdido "su comodidad", pero al sentir un poco de culpabilidad por lo del sillón, y no queriendo que le pidiera tener que ir a su cama para enderezar la espalda o algo así, se puso de rodillas en el tapete morado que estaba debajo de la mesa. Cuando se agachó para buscar el celular, agradeció que no se hubiera metido totalmente, porque sintió un inesperado golpe en su glúteo que la hizo levantar la cabeza inmediatamente, se salvó de un golpe en la cabeza, pero del otro no.

— ¡Cabrón! — Gritó mientras se giraba hacia su rubio que tenía una sonrisa ligera en los labios, ella se acercó inmediatamente hacia él y se colocó frente a su rostro, ojalá se hubiese dejado la blusa de tirantes para que tuviera una vista de sus pechos.