Capítulo 40

1.8K 235 150
                                    

Todos los personajes son de la serie Boku No Hero Academia (My Hero Academia) del mangaka Kōhei Horikoshi. Esta historia sólo utiliza los nombres de los personajes para entretenimiento sin fines de lucro.

La historia está basada en la novela de Linda Howard "El Hombre Perfecto", si deseas leer la historia original para comparar las tramas, envíame un mensajito y con gusto te paso el archivo PDF.

----------------------------------

Su rostro no podía estar más sonrojado, aquellas simples 4 palabras la aturdieron de una forma que no supo controlar. Bakugou le lanzó una sonrisa mientras la arrastraba a su casa aun esposada, no se quería resistir, quería ir con él, lo había extrañado, sin embargo sus instintos de defensa hablaron primero:

— No me gusta el Bondage, nada de BDSM.

— Ya te lo dije, no puedes decir que algo te gusta o no, si no lo has probado.

— No me gusta — Repitió Uraraka seria, y por una fracción de segundo él se detuvo, aunque carraspeó su garganta y siguió con su camino.

— Una relación no se basa sólo en una filia, tenemos todo el kamasutra. — Levantó los hombros con indiferencia, Uraraka no sabía si quería correr a su casa a esconderse, o a revisar que su ropa interior combinara y no fuese tan sosa.

Bakugou abrió la puerta y dejó pasar a la chica que perdió su última oportunidad de correr, pero se contuvo cuando vio que la casa de él lucía idéntica a la de ella, algo desordenada y con los botes de basura llenos, la única diferencia era que su mesa estaba pulcra y había un desayuno esperándolos.

— El cabello de mierda solo tiene hecho mierda el cabello, a veces se le ocurren buenas ideas.

Uraraka asintió mientras se acercaba a la mesa, era comida pedida a domicilio, seguramente la orden fue hecha el día anterior para no preocuparse por que desayunar al día siguiente. Sonrió, los hombres siempre pensaban en comida, no como ella y sus amigas que salieron en ayunas.

— ¿Me estás invitando a desayunar? — Dijo cuando él separó una silla para que se sentase.

— Obligando, hay que bajar el nivel de alcohol que traes.

— ¿Me vas a soltar?

— Solo si me prometes que no te irás.

— Si yo quisiera, me hubiese ido hace mucho. — Respondió mientras levantaba más manos — No creas que me estás forzando a algo, yo no estoy encerrada contigo, tú estás encerrado conmigo.

Bakugou pareció sorprenderse por su atrevimiento, aunque le gustó:

— Huy, que miedo.

— No sabes a lo que te estás enfrentando. — Amenazó mientras veía como él sacaba una llave de su bolsillo. — Cuando me liberes, no podrás volver a esposarme.

— No lo quiero hacer, preciosa.

Y con un "click" las esposas cayeron.

— Gracias, precioso. — Le lanzó un beso, y se admiraron mutuamente hasta que él rompió el contacto visual.

— Antes de que se me olvide, la bruja te mandó algo, espérame.

Uraraka no supo porque se lamió los labios, pero obedeció y se quedó sentada frente a la mesa que mostraba un desayuno mexicano, podía distinguir los famosos chilaquiles, que eran totopos (pedazos de tortilla) cortados en forma triangular cubiertos con una salsa verde y otros con una roja; acompañados con trozos de pollo a la plancha, queso, crema, frijoles y "pico de gallo" (combinación de chile serrano, tomate* y cebolla picada).

Un Hombre Casi Perfecto [Kacchako] CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora