• Capítulo 7 •

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"No olvides la promesa"
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"Rodéame, rodéame
Mientras me rindo a
Tu amor me invade y
Me desarma
Hoy libre soy..."

Siempre me han dicho que todo sucede en el tiempo de Dios, sin embargo, ¿Cuánto más tiempo debo esperar para que los problemas acaben? ¿Acaso no existe esa posibilidad para mí?
Durante mucho tiempo he tenido que soportar el rechazo, el sentimiento de soledad, de no poder consiliar el sueño debido a los pensamientos insesantes sobre mi vida, de los ácidos sentimientos que provocaban ardor en mi alma. Ya no quería sentir eso. Ya no más.

Pero el tiempo pasaba y aveces parecía que las cosas iban peor, aveces mis padres no me preguntaban cómo estaba, ¿Aún les importaré? Es más, ¿A quién le importo?

De nuevo, me encontraba yo en mi habitación, la soledad y la melancolía se sentía en el aire, mis ojos no quitaban la vista del techo, el cual lucía blanco, aunque el ambiente lo hacía ver un tono más apagado, la ventana que se encontraba al lado derecho de mi cama, daba vista a un silencioso paisaje de atardecer. Había llovido toda la tarde así que el frío era evidente, cosa que aumentaba mis pensamientos y le daba un toque de profundidad a esos sentimientos que al parecer iban a seguir así, congelados.

No pensaba mover ni un músculo, solo concentrarme en aquello que más me hacía sentir vacía, aveces me aburría de ver el paisaje que poco a poco iba cambiando, pero igualmente, pronto tenía que dormir como todos en esta casa y como todo ser humano normal. Aunque de tan solo pensar que no habrá un mundo perfecto en la vida, hace que no quiera dormir, si cierro los ojos, será por una razón; para poder ver aquel mundo que no podré estar, donde esté solamente con aquel que me prometió algo hace mucho tiempo y cuya promesa atesoro en un lugar muy recóndito de mi corazón para que nadie le haga daño y me quite lo único que me hace sentir un rayo de esperanza.

Aunque hay personas que sin pensarlo logran rasguñar esa promesa. Muchas veces olvido que hay una promesa.

I KNOW WHO YOU ARE | Novela JuvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora