Entre Fierros, Música y Rebeldía.

14.- Se Ha Formado Una Pareja.

Dos meses habían pasado desde el cumpleaños de Deidara. Sakura esquivaba al azabache como podía, el problema era que se le hacía muy difícil puesto que su madre se empeñaba en hacer que las dos familias pasaran tiempo juntos. Entonces la pelirroja, solo podía hacerse la niña buena, pero cuando su madre no la veía, ignoraba al azabache a más no poder.

También estaba el detalle de que ahora todas  sus amigas estaban en pareja con algún Sharingan, entonces el grupo se la pasaba con ellas, cosa que la irritaba mucho más ya que los únicos solteros eran Sasuke y ella.

Como si fuera poco cada vez que quería salir ellos se adosaban. Y cuando le decía a Akari
la chica traía a Itachi, últimamente los dos estaban siempre juntos.

Sin duda estas circunstancias hacían que la pelirrosa estuviera con un humor de perros. Y como si eso no fuera suficiente...

— ¡¡¿Qué?!! Mamá, ¿¡Me estás jodiendo!? ¡No es justo! — La pelirrosa estaba completamente histérica lanzando cosas en el living de su departamento, mientras su madre la miraba con el ceño fruncido.

— Sakura no te comportes como una nena, es algo que está decidido—.

—¡¡¿¿Por qué??!! Además sabes muy bien que en vacaciones hago algo con los chicos.. Es más, este año pensaba ir de mochilera con Akari por todo el país —. La mujer frunció el ceño.

— Te dije una y mil veces que no me gustan esos viajes y mucho menos si solo son Akari y tu. Es muy peligroso hija—.

— Es injusto, no quiero desperdiciar mi tiempo de libertad con el aburrido de tu prometido y sus dos hijos—.

— Sakura por favor, en poco tiempo vamos a ser una misma familia—. La chica se quedó dura por unos segundos analizando las palabras de su madre. Una sola familia.. Estaba bien que ella se casaría con el Uchiha Mayor, pero cada uno estaría en su casa, ¿o No?.

—Nanami, ¿Qué quieres decir con eso? — La mujer se removió incómoda y dijo algo nerviosa

.— Bueno Hija ya sabes que Fugaku y yo nos vamos a casar.. y bueno—.

— Nanami no des vueltas, sabes muy bien que eso me pone de muy mal humor—.

— Etto hija yooo...—La mujer se retorcía las manos nerviosa.

—¡¡NANAMI!! — Le dijo en tono de advertencia la pelirrosa, la mujer suspiro y soltó la bomba de golpe.

— El pasar las vacaciones de invierno con ellos es para que se acostumbren a vivir juntos, porque apenas nos casemos, vamos a vivir todos en la Casa de Fugaku—. La pelirrosa abrió los ojos de par en par, apretó sus puños con ira, estaban blancos por la presión que estaba ejerciendo.

—Dime que es una jodida broma—.

— No Sakura, si nosotros nos casamos no podemos vivir en diferentes casas—.

—Y bueno eso se arregla fácil, te vas a vivir con tu marido y yo me quedo aquí—.

—Hija, sabes que eso no se puede—.

—¿¡Por qué no!? Después de todo siempre me las arregle solita—. La mujer puso cara de tristeza.

— Por favor Sakura no me lo hagas difícil—.

—Hmp—. La chica tomó su chamarra, su bolso, sus llaves y se dirigió a la puerta sin decir nada.

—¿A dónde vas? —.

—A donde me lleve la vida—. La mujer se quedó bastante mal mientras veía desaparecer a su hija por la puerta.

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