~ఌ︎ 𝙼𝚎𝚛𝚛𝚢 𝚖𝚎.

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—Mirando desde este ángulo, parece un velo de novia, ¿no?—abrazado a una almohada y con la cabeza apoyada sobre la palma de la mano, Dazai preguntó.

—¿Qué? ¿La sábana? ¿Te privaste del sueño otra vez, bastardo? —una vena saltó en su frente. Sabía que cumplir el capricho del castaño de colocarse esa sábana blanca en la cabeza le iba a costar caro.

—Chuuya es tan poco romántico~ Esa es la razón por la que nadie se casa contigo. —hizo un puchero mal fingido.

—¡Cállate! No es como si supieras decir correctamente tus votos de boda. —contratacó el pelirrojo.

Osamu sonrió y le tomó de la sábana, quedando frente a frente.

—Por supuesto que puedo —le miró a los ojos, con gran intensidad—"Yo, Osamu Dazai, te tomo a ti, Nakahara Chuuya, como compañero legítimo. Para tenerte y sostenerte por el resto de mis días" —Chuuya se quedaba inmerso en sus castaños ojos cuando se tomaba las cosas con seriedad. Si tan solo el sueño durase eternamente...—. Blah, blah, blah. Aburrido, aburrido. ¡Acepto!

Era muy bonito para ser cierto.

—!No vayas a una boda nunca!

Se separó dolido.

—¿Ehhh? ¿No es simplemente una formalidad de todos modos? Solo di «acepto», Chuuya~

No se lo pensó ni un segundo.

—No.

—¿¡Me estás rechazando en el altar?!

Chuuya lo miró entre molesto y triste.

—La última vez que dijiste algo así, te fuiste —tragó seco, tratando de llevarse ese malo recuerdo; ahora estaba ahí, junto a él, pero el pasado no se olvida tan fácil —. Por eso, definitivamente, no volveré a caer en ese truco. Por segunda vez.

Osamu le sostuvo la mirada hasta la última palabra. Cerró los ojos y suspiró, vencido.

—Bueno, eso es comprensible. Bien, entonces... —se dejó caer de espaldas a la cama, sosteniendo de la cintura al pellirrojo, quedando así este sobre él. Lo miró fijamente con una sonrisa cómplice — ¿Debería seguir preguntando hasta que digas «acepto»?

La pregunta era retórica, lo sabía; aún si contestase en negativa el castaño tendría oídos sordos y haría lo que le viniese en gana.

—Urgh, haz lo que quieras. No me importa.

Grave error.

Ya que solo un tiempo después, en medio de una batalla el pelirrojo recibió una llamada.

¿Chuuuuuya~, quieres casarte conmigo?

—ACABAS DE PREGUNTAR HACE DOS HORAS, IMBÉCIL.

Mientras los enemigos estaban algo así como:

—¿Lo atacamos o...?








𝓟𝓲𝓮𝓬𝓮𝓼 |ꨄ︎| 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 |ꨄ︎|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora