~ఌ︎ 𝙽𝚊𝚟𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜 𝚌𝚘𝚗𝚌𝚎𝚗𝚝𝚒𝚍𝚊𝚜.

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—Chuuuuuya~, está Navidad quiero que me malcríes. —dijo Dazai, que ya llevaba una frazada roja adjunto adornada con lazos y muérdago, en la cabeza.

—¿Ah? —Chuuya estaba decorando el árbol, cuando fue interrumpido por ese extraño pedido del castaño. Siempre había sido una persona bien rara y babosa, pero no pensó que a tal extremo de demandarle eso—. ¿Te golpeaste la cabeza o algo así?

Dazai sonrió inocentemente y tocó la pantalla de su celular para reproducir una grabación de audio. Era la voz de Chuuya:

«—Si dejas de quejarte sobre que tengo que trabajar en la víspera de Año Nuevo, haré lo que quieras para Navidad.»

Nakahara se rascó la nuca, un poco avergonzado:

—Bueno, una promesa es una promesa, pero realmente no sé cómo malcriar a alguien —tomó a Dazai de los hombros y lo acomodó sobre su pecho, mientras él estaba recostado en el sofá—. Yosh, yosh —le palmeó la cabeza como un cachorrito—. Buen chico, buen chico.

...

—Aquí hay algunos juguetes para que juegues —le pasó una caja repleta de pelotas, peluches, cascabeles—. He comprado muchos por si acaso.

...

—¡Abre la boca! —exclamó mientras le adelantaba una cucharada. Eso no era malo, trataba de alimentarlo, pero lo que preocupaba era que en la mano llevaba una bolsa que ponía "Golosinas para perros".

Ese era el colmo.

En serio que Chuuya no sabía cómo malcriar.

—Bueno, como esperaba esta situación, he preparado un manual especial para ti —Dazai le mostró el libro con orgullo—. Lo único que tienes que hacer es seguirlo.

Masaje.

...sintió todas y cada una de las vértebras de su columna agrietarse. Había olvidado que Chuuya tenía fuerza sobrehumana. Con suerte podrá volver a caminar.

Alimentación.

—Hice un montón de verduras, nada de cangrejo enlatado. —juraría que alrededor del pelirrojo salía un aura negra. Parecía más una madre soltera tratando de entrar en caja a su hijo, que su pareja.

Limpieza de oídos.

Si no tuviese buenos reflejos, Chuuya le hubiese atravesado el cerebro con el palo de limpiar oídos. Porque, viese por donde se viese, acababa de tratar de apuñalar su oreja.

—Lo siento, fue mi culpa —sacó el objeto. ¡Incluso había dejado un agujero en la madera!—. Debido a nuestro entrenamiento de asesinato,mi primera reacción al sostener un objeto similar a una aguja es apuñalar algo con él.

«¿¡Por qué te ves tan orgulloso de ello?! ¿No es eso realmente preocupante?»

Dazai podría jurar que Chuuya llevaba un cartel en la frente que ponía “Asesino de clase mundial”.

En la noche...

No funcionó al final... bueno, al menos lo intentó. —Osamu suspiró. Su día se había convertido más en un camino de sobrevivir que festividad.

Estaba poniendo una frazada sobre ambos —pues Chuuya se había quedado dormido después de tanto esforzarse en ser normal—, cuando escuchó el sonido del celular de su pareja.

Cogió la llamada sin fijarse de quién se trataba.

—¿Hola? El perchero está durmiendo ahora, por favor llame más tarde.

—¡¡¡Oh, Dazai-kun!!! —era Mori, cosa que no le gustó nada a Dazai—. Entonces estás con Chuuya-kun después de todo.

El castaño miró el teléfono con ganas de lanzarlo por la ventana. No quería escuchar la voz del que un día fue su jefe en esos momentos. Se acercó a Chuuya y lo abrazó con delicadeza de no despertarlo, como si lo protegiese de Mori.

—Jajaja, no es de extrañar que Chuuya-kun fuese tan quisquilloso con la Navidad. Hace un tiempo dijo:

«—Hay un tipo que está emocionado por la Navidad, así que me gustaría tomar esos días libres. Tomaré más misiones de ahora en adelante. Tomaré trabajos en la víspera de Año Nuevo también.»

Osamu sonrió y, está vez, no se preocupó por si se despertaba o no. Lo abrazó con fuerza, mientras enterraba su cara en el cuello del somnoliento Chuuya.

—Cásate conmigo. —dijo en un suspiro.

—¿¡Ah?! ¿Has comido algo raro otra vez?

No, solo estaba feliz.

Había sido malcriado.


𝓟𝓲𝓮𝓬𝓮𝓼 |ꨄ︎| 𝐒𝐨𝐮𝐤𝐨𝐤𝐮 |ꨄ︎|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora