DANGEROUS WOMAN ──klaus hargreeves

a scape. 10

—Ya es suficiente —habló una Rosalie de 17 años entrando a la habitación de Vanya.

—Dios, Rosalie, tu piel —ella corrió hacia algún botiquín y comenzó a curarla, sino antes sentarla en su cama—, el entrenamiento está vez fue horrible...

—Vamonos de aquí, ya —habló Rosalie.

Vanya dejó de curarla y la miró a los ojos, vio dolor y desesperación.

—No creo que sea lo mejor —habló—, es decir, tendrás que ir sola y...

—¿Vendrías conmigo?

Silencio.

—¿Y Klaus?

—Meh, nuestra relación se basa solamente en fiestas y se...

—Demasiasa información —dijo Vanya incomoda para luego suspirar.

—Por favor, Vanya —ella le quitó los materiales que estaba usando e hizo que se siente al lado de ella—, nada de aquí es bueno, Cinco no ha vuelto, Ben está muerto y el viejo está peor que nunca, contigo y con todos, nos irá mejor fuera.

Vanya pareció pensarlo.

—Piensalo, si quieres, ven a mi habitación y dímelo, me iré por la noche.

—¿T... tan rápido...?

—No soporto más estar aquí, escribiré algunas cosas para nuestros hermanos y me iré —Rosalie salió de allí.

Luego de darse una relajante y larga ducha de agua fría —necesitaba refrescarse luego de tantas quemaduras—, se vistió como siempre y se sentó en su escritorio, tomó un cuaderno y un bolígrafo, para comenzar escribir las cartas, pero fue interrumpida por el gran ruido que hacía Klaus al entrar a su habitación.

—¡Rosi! —se lanzó sobre ella, Rosalie se quedó quieta—.... estás distante, ¿Que te pasa?

—Nada importante.... Estás muy ebrio ¿No?

—Clin clin clin, tenemos un ganador —el chico soltó una carcajada—, claro que lo estoy, lo necesito después de estar horas en un mausoleo solo.

—¿Lo hizo otra vez?

—Ajam —el chico se tiró en la cama de Rosalie, al instante comenzó a dormir.

Ella suspiró, y con muchísimo pesar, comenzó a escribir.

Para Luther: Hey, si, se que puede llegar a impresionar que yo te esté haciendo esto a ti, luego de tantísimos roces y peleas, pero pediré perdón por tanta inmadurez, no pensaba y solo estaba enojada. En fin, te pediré en un favor, cuida Klaus mientras yo no esté, por favor.

Y aunque no parezca, te quiero.

-Rosalie.

Arrancó la hoja y la puso en un sobre, para luego comenzar con la segunda.

Para Diego: Hola, como te habrás dado cuenta, si, me he ido, y tengo varias razones que no son importantes de decir, pero quería despedirme de alguna manera, ya que soy lo suficientemente cobarde para despedirme cara a cara, gracias por quererme como soy, Diego, eres uno de los que mejor me cae de la academia. Te pediré un favor, cuida a Klaus luego de mi partida ¿Si? Por favor.

Te quiere mucho, Rosalie.

Arrancó la hoja y la guardó en el sobre.

Para Allison: Hey Alli, estoy fuera y me declaro completamente miembro del mundo real y no de la Academia Umbrella, espero que consigas esa bella vida que siempre quisiste y que en algún momento te vea brillando en las pantallas, gracias por ayudarme siempre. Te pediré un pequeño favor, por favor, cuida un poco a Klaus luego de mi partida.

Te quiere, tu hermana Rosalie.

La guardó, y con muchísimo pesar, comenzó con la de Klaus.

Para Klaus: Klaus, para empezar no se como agradecer todas las cosas que hiciste para hacerme una chica más feliz, fuiste mi todo y la única persona que jamás se fue de mi lado, te debo la vida entera. Y luego, pedir perdón, perdón por dejarte aquí, jamás quise dejarte solo, pero necesito un cambio de vida de esto. Quizá el destino sea amable con nosotros y en algún momento de nuestras vidas nos reencontremos (espero que así sea), te amé, te amo, y te amaré siempre, jamás lo olvides. Cuídate, por favor, por mi, te quiero vivo la próxima.

Te ama, Rosi.

La guardó y tragó con fuerza, las puso en un costado de su habitación y miró a Klaus.

Klaus fue el que había hecho que Rosalie fuera quién es ahora, la persona que siempre amó, y se sentía una idiota por dejarlo.

Pero la vida era así. Nada es para siempre.

Dejó a un lado sus penas y se recostó a un lado de Klaus, su bolso ya estaba preparado y quería pasar un rato con Klaus. El último sintió como ella se recordaba a su lado y la tomó por la cintura, apegandola a él y poniendo su cabeza en el hueco entre el hombro y el cuello, aspirando el aroma de la mujer, ella también lo abrazó por la parte del cuello.

. . . .

La noche había caído y todos dormían en sus respectivas habitaciones, Rosalie terminaba de vestirse cuando Vanya entró a su habitación.

—Iré contigo —dijo ella.

Rosalie sonrió.

—¿Estás preparada? ¿Guardaste tus cosas?

La opuesta asintió.

—Genial, déjame hacer algo primero.

Tomó las cartas y puso cada una en las respectivas habitaciones de sus hermanos, con cuidado de no despertarlos.

Por último, fue hacia la de Klaus y la puso en su mesa de noche, lo observó y dejó un suave beso cerca de los labios de él, salió de la habitación con tristeza en sus ojos y volvió con Vanya.

Las dos tomaron sus cosas y salieron por una de las ventanas, enfrentándose por primera vez al mundo real.

. . . .

Klaus se despertó y dio un gran bostezo, vio una carta en su mesa de luz y la observó con curiosidad, la tomó y la abrió, para luego comenzar a leerla.

Al terminarla, lágrimas comenzaron a salir de sus oscuros ojos, se levantó con rapidez y corrió hasta la habitación de Rosalie, sus pies descalzos pisaban el frío y seco suelo, pero no le importaba en lo más mínimo.

Rosalie se había ido.

El se sentó en la cama de la chica y tomó su almohada, la abrazó y escondió su cabeza en ella.

¿Ahora quién lo salvaría de sus tormentos en la noche? ¿Ahora quién lo haría feliz como lo hacía su Rosalie...?

Fin de la parte uno.