𝗗𝗔𝗡𝗚𝗘𝗥𝗢𝗨𝗦 𝗪𝗢𝗠𝗔𝗡| donde Rosalie
Hargreeves y Klaus Hargreeves
se enamoran platonicamente, hasta
que un Apocalipsis llega y mueve
las aguas.
Klaus Hargreeves × oc
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Rosalie ya había perdido la noción del tiempo. Sentía un terrible ardor en los labios, mientras que en su brazo derecho se extendía un tajo enorme que llegaba hasta su antebrazo y chorreaba sangre, a un lado de su clavícula había un corte que largaba sangre -este había sido por una amenaza que hicieron sus secuestradores de cortarle la yugular- y estaba tan hambrienta y muerta de sed que pensaba que moriría justo allí.
Había dejado de prestarle atención a Klaus, sentía la vista nublada y sus sentimientos se habían apagado, no tenía ni fuerzas para sentir, solo sabía que su corazón latía rápidamente y pensaba que se saldría del pecho.
-¿¡Dónde está número Cinco!? -exclamó la mujer ahorcando a Klaus, Rosalie mantenía la mirada pérdida.
-¡No pares! -pidió Klaus entrecortadamente, Rosalie frunció el ceño aún sin mirarlo- ¡Ya... ya estoy por llegar!
ChaCha miró hacia un costado.
-¿Está...?
-Sip... -contestó Hazel.
Los dos suspiraron cansados, Klaus dio un jadeo y tosió.
-Ah... no hay nada como una linda... ¡extrangulación! para que fluya la sangre ¿verdad? ¿no crees Rosi?
Rosalie solo lo miró neutra y se perdió otra vez. Klaus rio.
-¿Que es lo que te causa gracia, idiota? -Hazel lo cachetó.
-Es extraño... -comenzó Rosalie, la cual no había hablado en unas largas horas, todos la miraron- nos tienen aquí encerrados desde anoche, torturandonos... y no han conseguido nada... absolutamente nada... por qué no lo sabemos, no sabemos que está pasando.
Mintió, aunque Cinco era un amargado, deseaba proteger a los que le quedaban.
-Miren, nadie nos cuenta nada, soy la única persona en esa casa cuya ausencia nadie notará, y por ella, yo sería el que la rescataría pero ¡oh sorpresa! también estoy aquí -se quejó Klaus- ¡secuestraron a las personas equivocadas! -comenzó a reír y fue cacheteado otra vez- ¡au!
-Has que deje de hablar, por favor -pidió Hazel hacia ChaCha- yo trato de sacarle información a la chica.
-Vamos a ahogarlo.
Rosalie miró temerosa como ponían una toalla en la cara de Klaus y hechaban agua encima, este parecía pedir a gritos aire. Al sacar la toalla, sonrió.
-Ah... gracias... tenía una sed... bestial... ah... gracias... gracias...
-A ver, tu, chica -Hazel se acercó y la cachetó.
-¡Hey! ¡Con ella no!
-Oh... tenemos algo... -Hazel tomó un cuchillo y apuntó a la yugular de la mujer por segunda vez en el día, dio un leve corte, este comenzó a sangrar.
-¡Lo único que se de Cinco es que está raro, luego no hablamos más, lo juro! -gritó Klaus.
