Era de noche,y Copia tenía un plan. No era el mejor de todos,pero tal vez podría ganar algo de tiempo en lo que los hermanos de Jonnathan decidían cómo solucionar esto.
El cardenal entró de forma repentina a la habitación que compartía en el ex-papa,no le dio tiempo a decir nada porque él habló antes:—Oye,Jonnathan—Se quedó callado un momento,creyó que sería difícil convencerlo—¿Quieres venir a la ciudad conmigo? Ahora. Giorgio me dio las llaves de su auto para que fuéramos y...
—¿Giorgio?—Lo interrumpió—Está bien,iremos a la ciudad,conozco varios lugares a los que podemos ir. Y si se hace tarde,nos quedamos en un hotel que hay por ahí—Copia esperó que Terzo no estuviera mal interpretando sus intenciones,eso lo puso algo ansioso.
—¿D-de verdad?—Raphael no se dio cuenta,pero su cara estaba de un vivaz color rosado.
—¿Qué?—Emeritus lo miró con una sonrisa que mostraba intriga—¿Te pasa algo?
—No,no,es solo que...No esperaba que accedieras tan rápido.
—Creeme,no desperdicio una oportunidad para alcoholizarme, drogarme, perderme y tal vez tener sexo—Le contestó mientras se alistaba para salir.
Salieron sin que nadie se diera cuenta,subieron al auto y comenzaron el viaje. Las luces que entraban por las ventanillas eran tenues y frías,sin embargo,ese vehículo era un lugar agradable para el cardenal,sobre todo porque el hijo menor de Nihil estaba a su lado. Este observaba tranquilamente los edificios que pasaban,se veía adorable.
Cabe destacar que ambos se estaban llevando mejor que nunca,tal vez al fin se estaban haciendo amigos.Raphael buscó un lugar seguro para estacionar el auto de su superior y bajaron. Lo tomó por sorpresa es que Terzo lo tomara de la mano. El de menor estatura lo guió sin decir nada,pero le dedicó unas miradas que lo confundían ¿Qué se supone que significa eso? «¿Trata de seducirme?» pensó Copia,pero quiso deshacerse de esa idea.
—¿Has estado aquí antes?—Preguntó el pelinegro al de piel pálida,mientras miraba el portal de un bar.
—No,no soy se ir a estos lugares en realidad—Sonrió nervioso.
—Está bien,después de unas copas lo vas a amar—Mierda,Jonnathan era muy diferente fuera del ministerio, estaba... Tranquilo.
Al estar dentro,tomaron asiento y pidieron sus bebidas. Todos estaba bien,Terzo encontró a unos conocidos,eran agradables,fueron amables con el nuevo integrante del Clero.Charlaron un rato.
Pasaron horas,pero no bebieron lo suficiente como para emborracharse.
Luego fueron para un hotel que Emeritus III había mencionado momentos atrás,les dieron una habitación en la cuál quedarse. Había solo una enorme cama,pero no fue a propósito,es que era la última habitación disponible.Terzo entró y empezó a caminar de acá para allá, examinando las paredes, la alfombra, el techo, las luces, estaba con la cabeza en otro lado en realidad. Y al regresar al momento, giró en redondo para ver al cardenal y se acercó a él, con una sonrisa maliciosa.
—Bueno,hay que aprovecharla ¿No?—Jonnathan no veía razones para lamentarse.
—Ehm...Yo—Antes de darse cuenta,el cardenal estaba recostado en el colchón con el otro encima ¿Cómo es que termina en estas situaciones? —¡Espera!
—¿Qué?—Jonjon se apartó de mala gana—Ya estaba prendiendo el ambiente,coopera ¿No?
—Yo...No estoy de seguro de querer esto—Suspiró—No. Yo no quiero esto.
—Vamos,la única razón por la que hicimos todo esto es porque quieres acostarte conmigo—Gruñó—¿Crees que no noté el cómo me miras? Y digamos la verdad, esto es todo lo que puedo ofrecer.
—No se trata de eso—Quiso aclarar desesperado.
—¿Entonces?—Terzo arqueó una ceja.
—Quiero alejarte de Mercury, mi mamá-d-digo— la hermana Imperator le ordenó matarte ¡Por favor creeme! ¡Es verdad!—Le rogó.
—¿Tu qué?, ¡Espera! ¡¿A ti qué te importa si me matan o no de todas formas?!—Le dio la espalda y unos pocos segundos fueron suficientes para que Raphael reflexionara. La vida de Jonnathan solo se basaba en el Clero y en la gente a la que seevía ,ahora que ya no tenía un propósito, qué más daba vivir.
—¡Es que sí me importa,Jonnathan!—Copia se sintió fuera de control sobre lo que decía—Es más,yo...¡Te quiero,Jonnathan! Por eso me importa...—Apartó la mirada luego de decir eso,estaba rojo como un tomate.
—¡Oh!—Emeritus ignoró eso—¿Ya viste la hora? Duérmete,rata degenerada.
—Yo-—Prefirió no discutir más—Está bien.
***
Era muy temprano cuando la hermana llamó a Mercury. Él se dirigió a la oficina sin devoción a Imperator alguna,solo iba porque era obligatorio.
—¿Dónde está Jonnathan? ¿Eh?—Preguntó desafiante.
—¿En su habitación? Imagino que aún duerme.—Contestó el sacerdote con un tono de obviedad.
—¡Huyó con el cardenal,imbécil! ¡Debiste matarlo cuando podías!—Lo regañó.
—¿Y cómo iba a saber yo que planeaban irse?—La hora lo traía de mal humor y eso solo empeoraba las cosas.
—Es tu trabajo ir un paso adelante de él. Ahora irás a buscarlos. Creo saber dónde pueden estar.
—Está bien,señora—Afirmó en un suspiro.
Mientras,en la habitación 611 del hotel,Copia se preparaba para salir un rato,con respecto al papa,había decidido esperarlo.
—Llámame si sucede algo,por favor—Pidió Raphael,a lo que Jonnathan asintió vagamente—Hablo en serio—Habló en un tono más firme, lo cuál sorprendió a Terzo.
—Ehh, sí, sí.