VERDADES

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Los días de esa semana empezaron a pasar un poco rápido, tal como sospechaba llovía todos los días a distintas horas por lo que me compre un paragua de esos compactos unicolor. Desde ese día la loba había solicitado en tres ocasiones que le preparara comidas especificas del menú especial, considerando que era una VIP y me había puesto a su servicio no podía defraudarla.

Renzo durante esos días se tuvo comportando un poco más extraño de lo habitual, seguía apareciéndose repentinamente como de costumbre a las horas de entrar y salir ocultando una ansiedad que se me hacía bastante evidente. Jack por su parte también me hacía visitas ocasiónales en la cocina, al ser de recursos humanos tenía acceso a todas las áreas, lo hacía para ver cómo me encontraba, aunque en el fondo era evidente que quería era alejar al lobo, no confiaba en él, tan protector como siempre.

Es jueves en la noche, el turno había terminado, la chef Laura nos reunió a todos para notificarnos sobre una cumbre de hoteles que se llevaría a cabo el domingo siguiente a este. La información no me tomo por sorpresa ya que la había escuchado de Cecilia días atrás, lo que si me tomo por sorpresa es que antes de ese día debíamos proponer a más tardar para el jueves un plato gourmet único.

Los mejores se encargarían de despachar personalmente sus platos a las mesas de los invitados según su criterio. En el momento en que lo dijo los murmullos no se hicieron esperar a lo que la chef nos dijo que mejor empezáramos a pensar que cocinar pues ella no lo haría por nosotros esta vez.

Mientras iba en el transporte esa noche camino a casa mi mente comenzó a divagar en que plato pudiera hacer que pudiera impresionar a la chef Laura como para que me seleccionara. Revisé todas mis experiencias pasadas, siempre seguía las recetas al principio y luego cuando tomé confianza en mí sentido del olfato y habilidades comencé a alterarlas ligeramente para mejorarlas.

- Quizás es tiempo de crear algo único -pensé- quizás

Mi mente comenzó a maquinar algo, rebusque en diferentes recetas que había hecho últimamente hasta que repentinamente vislumbre algo sencillo que podía refinar en algo gourmet.

- ¡Eso es! -sonreí- debo empezar a hacer pruebas

Ya más tranquilo por al menos tener un Norte que seguir me relaje en mi asiento mirando por la ventana mientras sonaba una canción. Pensaba en lo que me había dicho el lobo acerca de pensar en un futuro y que quizás esta era la oportunidad de proyectarme una idea de lo que quiero para mi futuro.

- Pensando en sujetos indeseables -pensé un momento- no lo vi al salir, siempre está esperándome al salir ¿Le habrá pasado algo?

Ciertamente era extraño que el lobo se ausentara, ya me había acostumbrado a su rutina de acoso al entrar y salir de la jornada cosa que me entristeció un poco. Aunque era un acosador también era un tonto divertido me pesaba admitir, de alguna forma sus situaciones ridículas me hacían reír.

Llegué a casa, afortunadamente no estaba lloviendo ni me asaltaron, aun ando un poco nervioso al caminar por la vereda, me siento algo vulnerable.

- Supongo que no solo te quitan algo material -tire mis llaves en la mesa- si no tu sentido de la confianza también

Al entrar a la cocina visualicé a mi abuela sentada en la mesa riendo enérgicamente junto a alguien, al girar a verlo lo pude identificar igualmente alegre.

- ¡Hijo llegaste! -Isabel-

- Bendición abuela -me acerqué y le di un beso en la mejilla-

- Dios me lo bendiga y proteja y me lo haga un macho fuerte y de bien -me devolvió el beso-

- Ojalá alguien en mi familia hiciera eso, cuando tenga mis hijos se los enseñare

Gire a ver al lobo blanco que nos miraba con una tranquila sonrisa desde el otro lado de la mesa sentado.

Recetario JabalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora