Recetario Jabalino

PLACER

Abrí la puerta de mi habitación y tome rumbo a la cocina, sobre la mesa divise un plato cubierto con otro y una nota sobre esta, la tome con cuidado y la abrí para leerla en voz alta.

"Hijo fui al mercado a comprar unas cosas que hacen falta, no te quise molestar, te dejé un buen desayuno para que te repongas, no pienses más en el pasado y no te apresures a pensar en el futuro, solo preocúpate de tu presente con calma.

Tu abuela que más te quiere."

No pude evitar sonreír ante la nota de mi abuela, simple y cariñosa, sin mencionar la comida con que la acompañaba, me senté en la silla y destapé el plato descubriendo un sencillo homelet de papa y huevos. No pude evitar -sonreír pues mi abuela sabía que me gustaban mucho, cuando lo probé me di cuenta que no era el clásico que ella hacía, se asemejaba mucho al que semanas atrás habías estado probando con Lisa, presto bastante atención mientras cocinábamos al parecer.

El día anterior cuando llegué a casa del hotel le conté a mi abuela lo sucedido en la cumbre, mi abuela automáticamente me abrazo a más no poder mientras consolaba mi llanto, me preparo un chocolate caliente que tanto me gustan y se puso a conversar un rato conmigo intentando convencerme que no era mi culpa. En un punto de la conversación pregunto por el lobo, yo solo la miré con cierto resentimiento y negando con la cabeza, le dije lo más seguro es que no lo volveríamos a ver.

Mi abuela pareció entender perfectamente mis palabras e incluso un poco más allá, no insistió en el tema, me preparo una cena sencilla que aprecie mucho y después nos fuimos a nuestros cuartos a descansar. Mientras meditaba acerca de lo que haría mi celular sonó, al responder la voz de la ardilla al otro lado me hablo, no me quiso preguntar nada sobre lo sucedido, simplemente llamo para avisar que el día de mañana me visitaría como a las nueve sin falta para hablar de algo importante.

Puntual como siempre la puerta principal de la casa sonó, terminé de dar el último mordisco a mi homelet y me dirigí a abrir la puerta, al hacerlo Lisa me salto encima para darme un fuerte abrazo, no un de alegría o emoción, sino uno de apoyo cargado de un buen sentimiento. La abrase con fuerza y restregué mi hocico en su cabeza, al cabo de unos segundos la invite a pasar y tomamos haciendo en uno de los muebles de la sala.

- Al menos a uno de los dos nos fue bien -le sonreí-

- Y eso que no te eh contado la mejor parte -cruzó sus piernas- no vine ayer porque ya era tarde y no quise contártelo por teléfono

- ¿Paso algo más? -la miré confundido- no me digas que metiste la pata por favor

- Oh no no -negó- presta atención -comenzó a contar- yo estaba en la mesa grande junto a los otros chef cuando ocurrió el accidente, te vi salir caminar entre la multitud, angustiada quise seguirte pero te perdí de vista, por rumores de los meseros me entere de lo que te paso, de verdad estaba mal en ese momento, fue justamente cuando tire mi vista a la mesa y lo vi -abrió grande sus ojos- una bandeja cubierta donde tus platos estaban, sospechando lo que era la destape y vi tu plato, uno adicional -sonrió- lo agarre con cuidado y contra todo protocolo camine por todo el salón hasta llegar a la mesa ejecutiva, allí le serví el plato a esa engreída loba, lo destape y le desee buen provecho

- ¿Y entonces? -hice una señal para que continuara-

- Entonces -sonrió ampliamente- todos los demás comenzaron a comer, hubieses visto el rostro que ponían esos estúpidos engreídos con cada porción que probaban, por un momento pensé que les iba a dar un orgasmo -reviró los ojos- la que de verdad me interesaba era Ember, curiosamente toda su atención estaba puesta en el plato al igual que los demás, la mesa estaba en completo silencio, nadie hablaba solo comían por no decir que tragaban -se rió- lo mejor vino después, cuando la loba termino me miro y dijo algo como -fingió otra voz- fue buena idea la de Laura la de asignarnos el mismo chef para la entrada y el plato principal -me miró fijamente-