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La noche no fue nada buena para el menor, su cama no era nada comoda, la almohada no era para nada cómoda y ya le dolía la espalda.

Estaba intentando dormir cuando vio que Brasil se sentaba en la cama por lo que cerró los ojos. Escuchó como abría la puerta a lo que le pareció bastante raro.

Abrió los ojos leve, lo suficiente para ver a donde se dirigía, y vio que estaba con uno de tres franjas.

Le pareció raro ver eso, pero recordó los colores de estas líneas y que tenía unas estrellas en la granja central.

Luego se fueron y el argento sacó una libreta y anotó eso con la poca luz que tenía de la ventana.

Sonrió de lado y volvió a su posición inicial esperando a que el brasileño volviera.

Al día siguiente el argento se acercó con una sonrisa inocente al ruso.

- que quieres.

- perdón pero.. - miró a otro lado con fingiendo nervios. - ayer vi que Brasil abría una puerta con una de sus cosas que tienes ahí. - señaló la tarjeta que tenía a un lado el mayor. - y hablaba con un chico... Que tenía franjas como las mías. - las señaló. - pero eran... Amarilla.. Azul... Y roja. Pero también tenía estrellitas en la parte azul.

- muchas gracias... Ahora voy por ellos.. - dijo serio.

- ¡espera! - hizo un puchero. - en las películas a los que dicen quienes son los malos les dan beneficios.

- bien, puedes bañarte sólo.

- eres una buena persona, oso.

- ¿como me llamaste?

- oso, ¿o te gusta osito? - se rasco la cabeza sutil.

- ¿porque lo de oso? - pregunto algo enojado.

Sólo había una persona que le llamaba así, y era Ucrania, si hermanito menor.

Pensó que la treta de Argentina se había acabado y sonrió para sus adentros porque tendría motivos para romperle la cara.

- es que pareces un oso... Eres alto, te vez muy fuerte, y escuche que las osas cuidan de los osesnos.

En eso pasaba USA, que al escucharlo empezó a reírse diciendo "te acaba de decir mujer".

- ¡hey!¡eres malo, no le digas así al osito! - luego de eso fruncio el ceño.

- Argentina, no ayudas. - dijo avergonzado el ruso, aunque no lo demostró.

Le revolvió los pelos con su mano derecha y cuando por el lado del gringo lo empujó.

El menor, al ver esa reacción de contuvo las risas, pero lo que hizo fue de un careta pa' ser sinceros.

Le dio la mano para que el norteamericano de levantase, al tenerlo de pie le revisó la cara por si no se había raspado.

- ¿estas bien? - pregunto nervioso.

- si, gracias, Argentina. - respondió y se acomodó la corbata para luego aclarar la garganta eh irse.

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Más tarde estaba comiendo con tranquilidad sólo, no noto como el colombiano le pago al guardia del comedor para que se largara mientras arreglaba cuentas.

Al irse el guardia dos tipos grandes se sentaron a cada lado del menor. Sabía exactamente lo que pasaba y pasaría si no le creían.

- muito bem. - dijo el brasileño. - ¿tu nos delataste verdad?

- mami dijo que no hablara con extraños que huelen raro. - hizo una mueca de asco y luego soltó unas risitas.

- no hay guardias, niño.

- ... - el argentino verificó, era cierto, no había nadie y lo más seguro lo cagarian a palo.

Mantuvo su calma, tenía ganas de mandarlos a la mierda pero había cámaras de seguridad, así que sólo siguió comiendo.

- presta atención niño rico. - dijo con burla. - ¿o quieres ser la puta de esos dos?

- depende que tan grande la tengan..

Se mordió el labio, eh hizo un camino con sus dedos índice y corazón en el pecho de unos de los tipos. El tipo se alejó un poco con asco, además de que no le gustaba nada del argentino.

El otro, bajo petición de Colombia, tomó al argentino de los pelos haciendo lo chocar contra su pecho y puso un cuchillo bastante afilado en su cuello.

- hay chamo, claro que de ellos no serás.. Pero puedes ser mío.. - dijo coqueto.

En eso Rusia había llegado y escuchado lo último que dijo el colombiano, más eso de ver al portador del sol a punto de ser degollado.

Los nervios del ruso salieron a flote, enseguida alejó al tipo con el arma blanca.

Luego llamo a los demás carceleros, el argentino se abrazó a este. Temblaba levemente cosa que ablando el corazón del más alto el cual lo único que hizo fue acariciarle la cabeza.

- ¿q-que es una puta, osito? - pregunto sin verlo.

Se sentía indefenso, se estaba concentrando en no llorar, aunque le serviría mucho para reforzar esa "mentalidad de niño pequeño"

- nada que debas saber. - susurró.

Lindo Mafioso. (RusArg) Soft CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora