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Bien, ¿donde quedamos? Ah, sí, un Argentina siendo atrapado por culpa de querer coger.

Canadá se sentó en el sofá individual, obvio que antes cerró la puerta tras de si.

Acariciaba la cintura del de menor altura, el cual estaba mirándole serio.

- ¿y? - pregunto impaciente.

- estoy esperando a que me expliques.

- estaba esperando a Rusia, sólo quería pasar un buen rato teniendo sexo sin compromiso con él. - el canadiense soltó una risita nasal.

- comprendo, eh escuchado que mientras más grande es el tipo más grande lo tiene.

- exacto. Ahora me explicas sobre el porque vos estas acá.

- ¿no te dijo? Una vez al mes se va con su familia un fin de semana para salir de la rutina. - lo dijo con un ápice de burla.

- mmh, entiendo.

- ahora debería arrestarte. - susurró cerca de su rostro. - pero, Rusia debería ser el que te lleve a la justicia.

Argentina a sólo lo miro, estaba callado, las manos del más alto fueron alejadas de su cintura.

- ¿seguro? Soy muy peligroso.

- Argentina, está entre los más buscados. Pero yo no veo a ningún Argentina por aquí. - el latino enarco una ceja ante esas palabras.

- ¿dejarás que me vaya así como así? O ¿quieres algo más? No creo eso de "oh, mi amigo es feliz por coger con un mafioso. Mejor lo dejo escapar para que mi amigo siga siendo feliz" - dijo imitando su voz de manera graciosa.

- bueno, lo que pasa es que.. Yo quiero saber como está Perú.. Y como es hacerlo con un mafioso. - fue tomado del mentón.

- Perú, el está contento siendo un juguete sexual para mi hermano menor. Y lo otro.. Hay una chica a la que podría mandarte como regalo... Pero tendrías que hacerte pasar por striper.

- me interesa.. - susurró. - pero también me gustaría saber como eres tu en la cama.

- oh, lo que pasa es lo siguiente. - se acercó quedando muy cerca del rostro contrario. - me gusta la puja de caballo que tiene tu amigo. Y la petición sigue abierta hasta que pase por la puerta. - se levantó.

Canadá hizo lo mismo, intento agarrarlo, pero el argentino es muy ágil, así que falla.

El portador del sol soltó unas risitas por eso, al llegar a la puerta se quedó unos segundos allí, esperando escuchar que el canadiense aceptará la propuesta.

Luego salió de allí, miro a ambos lados y se puso una gorra de lana negra que cubría su pelo.

Luego se retiró de allí, mientras que el canadiense se maldevia a su mismo y a Rusia por la suerte que tenía.

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Era un miércoles a la noche, el ruso tuvo un día horrible y exasperante, si estaba Argentina no dudaría en tener sexo con él.

Había escuchado por algunos amigos que eso te relaja y te olvidas de las preocupaciones por un momento.

Entró a su apartamento con tranquilidad, le pareció algo raro que no se escucharé nada.

Supuso que Argentina no quería tener sexo con él hoy. Sólo suspiró, y luego se cerró con llave la puerta tras de si.

Camino en completa oscuridad, se dirigía a su refrigerador para sacar comida para recalentar.

Antes que abriera la puerta del electrodosmestico, sintió un sonido de llaves, se giró y miro la puerta.

Escuchó un "la pura madre" así que ya supo de quien se trataba, así que sólo espero a que abriera la puerta.

Vio entrar al argentino con dos bolsas que decían Mc Donal's, lo escucho "luchar" por cerrar la puerta entre las bolsas y el hecho que todo estaba oscuro.

- más le vale al hijo de puta que me deje sin caminar, porque sino.

- ¿sino, qué? - Argentina casi tuvo su primer infarto.

El ruso soltó unas risitas y encendió las luces, viendo así, la cara del susto que tenía el latino.

Se le acerco con tranquilidad, tomó las bolsas de comida y las dejo sobre el sillón individual.

- no me dijiste que te ibas con tu familia el fin de semana, tuve una larga y pelotuda charla con Canadá.

- no lo creí importante. - lo levanto entre sus brazos haciendo que quedaran cara a cara. - lo siento.

- más te vale que lo hagas bien, porque sino voy a hacer que maten a tu familia.

- no eres capaz.

- hice que azotaran a una chica porque me quiso amenazar. Y si tu familia te hace estar ausente no lo dudaría.

- eres un.. - fue interrumpido por un beso lleno de lujuria.

Al separarse ambos se miraron serios unos momentos, luego se besaron con más intensidad, mientras el argentino era llevando a la isla de la cocina.

Lo sentó allí, y bajo sus besos hacia el cuello donde empezó con modidas y chupones que hacían gemir con algo de dolor al latino.

Lindo Mafioso. (RusArg) Soft CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora