Lindo Mafioso. (RusArg) Soft Completa

9

Rusia llegó al trabajo, estaba sonriendo por lo que había pasado la noche anterior con el latino.

Todos estaban de mal humor, tenían que escuchar a sus jefes decir que eran malos para ese trabajo y que no podían distinguir de una ambulancia real a una que es falsa.

Recibió un tenue saludo por parte de Canadá, este estaba llevando a un prisionero a las celdas de aislamiento.

Estuvo tranquilo trabajando por todo su turno. Sus compañeros no entendían esa actitud positiva tan repentina, menos su padre.

||~~~||~~~||~~~||~~~||

Argentina estaba de demasiado bien humor, no le respondió de mala forma a nadie, le pidió clases de cocina a Perú, el cual gustoso se las dio.

Estuvo jugando con su hermanito menor, Paraguay, el cual tiene unos 11 años.

Hablo con su madre, la cual aún estaba enojada por que tardó mucho en volver la noche anterior.

Estuvo en su jardín, pensó en darle de regalo algunas flores para el ruso.

Unas que significaran paasion o algo así, sonrió Mientras les contaba a las plantas lo que paso con Rusia.

De mientras, Perú estaba A un lado de Uruguay, el cual estaba haciendo ejercicio.

Perú le miraba de arriba hacia abajo, se veía tan sexy todo sudado y sin camisa.

Tenía algunos tatuajes en su pecho, también se le marcaba su miembro por su short deportivo negro.

"Causa, ¿por que todos son tan bueno? ¡Con sólo verlo se me va a parar!" pensó lo último desviando la mirada.

- ¿por que no miras más? A mi no me molesta~ - canturreo con el ego a full.

- no lo haré. - el menor soltó unas risitas.

- boludo, ¿tenes miedo de comentarte y quedarte con las ganas? Yo te la bajo. Perop, después de bajartela de seguro estamos un buen rato más.

Lo dijo con tanta tranquilidad, y siguió con lo suyo, aún le quedaba alrededor de 10 minutos más.

El peruano lo pensó, ya Argentina le había explicado que el uruguayo era de aburrirse rápido de sus "juguetes" y que terminaban en un descampado.

Se levantó de su asiento, acomodó el cuyo que le había regalado el argentino.

Uruguay sintió un peso en sus piernas, miro con algo de confusión encontrándose con la expresión seria, pero realmente muy ruborizado del mayor, que estaba encima de él.

Recibió un mimo en el mentón con tranquilidad, eso confundió al albirrojo.

- Argentina te contó que hago con los juguetes que me aburren, ¿verdad?

- aja.

- ellos me aburrieron por ser sumisos, me gustan los que no les importa si mueren o no. Que no hacen caso. Onda, rebeldes.

- entonces... ¿me puedo bajar?

- nop. Vamos a garchar.

Se sentó mejor y lo tomo de las caderas para llevarlo a su habitación, o pieza, como les gusta llamarles lo de la casa.

Perú se quería safar, cosa que le parecía muy cómico al menor que lo llevaba como si nada.

- despue' me contad por que caiste en cana.

- ¿qué es cana, cojudo?

- preso, boludo.

- te lo digo ahora.

- después que garchemos, dije. - y le apretó una nalga.

Recibió muchos insultos in peruan por hacer esa estupidez.

Llegaron a la habitación, lo sentó encima de la cama y empezó a sacarle la ropa superior.

- un par de reglas, que sino me olvidó de decirte. - dijo al sacarle el poncho. - 1, nada de berrinches o insultos delante de la gente. Eso te asegura una bala por parte de mi vieja. Si estamos en privado podes insultarme y gritarme todo lo que quieras.

- está bien. - susurró avergonzado. Ahora le había sacado la ropa inferior.

- 2, odio a los tipos depresivos, así que si empiezas a andar bajoneado, es una bala por parte de Argentina y mío.

- entiendo... Ustedes son muy positivos. - eso le causó un par de rositas al menor. El cual le dio un pequeño beso en el vientre erizandolo.

- 3, si en una reunión o algo, alguien te hace menos por ser mi juguete, vas y me decís a mi. Si vos le insultas o haces un escándalo te aseguras una bala de los tres.

- eso creo que era obvio.

- y 4, me gustan los juguetes, así que es probable que te haga usar uno o varios en las reuniones. Si estas muy exitado o yo soy el que tiene ganas... Lo haremos en un lugar algo privado. Sino te gusta... Bue, no lo hacemos muy seguido.

- ese último no creo que me guste.

- no sé. La adrenalina de que te atrapen le gusta a muchas personas. - susurró terminando de sacarle el boxer que tenía. - y vas a empezar a usar tangas.

- ¿¡q-que!?