Perdón

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Narra Mafuyu

"De: Uenoyama

Ya estoy cerca, llegaré en cinco minutos"

Decía el mensaje que recibí justo al salir de la última sesión de terapia del mes.

Uenoyama-kun y yo llevábamos algunos meses sin ser oficialmente pareja, pero siguiendo juntos en lo que habíamos prometido. Al principio fue muy difícil adaptarnos al cambio, después de todo ninguno de los dos quería estar lejos. Por eso, siempre tratamos de no perdernos y de siempre saber cómo se encontraba el otro.

Al inicio me resultó muy difícil aceptar ir a terapia, pero fue Ugetsu quien terminó de convencerme. Me dijo que alguna vez él había considerado suicidarse cuando era más joven porque odiaba su propia existencia, pero fue gracias a su abuelo que decidió no intentar  dañarse otra vez y comenzar a ir a terapia. Después, cuando su relación con Kaji-san comenzó a fallar, otra vez lo consideró, pero en esta ocasión, al terminar definitivamente, regresó a sus sesiones porque sabía que su vida aún sin él, tenía salvación.

Él podía ser salvado incluso después del dolor que lo perseguía todos los días, y más que poder, él quería.

Cuando me dijo todo eso y cuando llegué a esa conclusión, inevitablemente pensé en Yuki: si él hubiese pedido ayuda antes de manera adecuada, quizás él seguiría aquí, quizás su proyecto de la banda con Hiiragi y Shizusumi seguiría en pie, quizás tendría éxito en la música, quizás hubieran pasado muchas cosas con su vida, quizás, si yo me hubiera dado cuenta antes de que necesitaba ayuda él seguiría aquí, pero... Él ya no está aquí. Y no había nada más que hacer.

Después de mucho tiempo había logrado entender que nada de lo que ocurrió fue mi culpa, tampoco fue culpa de Yuki por sentirse como se sentía.

Todavía me quedaba un largo camino por recorrer, pero al menos había logrado perdonarme por haberme culpado tanto en el pasado. Había logrado perdonar a Yuki por haberse ido de repente, y también necesitaba perdonar el pequeño egoísmo de Uenoyama cuando no sabía de la situación completa.

Necesitaba perdonar muchas cosas, pero el inicio del proceso fue muy bueno, y comenzaba a sentirme bien.

— ¡Mafuyu! —escuché la voz de Uenoyama-kun del otro lado de la acera, así que crucé la calle para llegar hasta donde estaba—Perdón la demora, tenía que pasar por esto.

— ¿Flores?

—No podemos llegar con las manos vacías.

Fuimos a la estación a tomar el tren. Necesitábamos llegar a cierto lugar antes de que cayera la noche.

*

Narra Uenoyama

La tumba de Yuki estaba bastante bien cuidada, lo cual era normal porque no era tan vieja como las otras que la rodeaban. Apenas llegamos dejé las flores sobre ella y Mafuyu y yo nos mantuvimos en silencio algunos minutos mientras pedíamos por su descanso.

Al abrir los ojos, noté que Mafuyu estaba absorto leyendo el nombre de Yuki una y otra vez.

— ¿Cómo te fue en terapia? —le pregunté.

—Bien. Me siento bien. Me dijeron que las próximas dos semanas puedo tomarlas de descanso.

—Entonces... ¿Quieres ir a...?

— ¿Estás seguro de que tus padres lo aceptarán?

—Si no lo hacen, de todas formas no voy a dejarte. Además, creo que mi hermana de cierta manera ha comenzado a calmar las aguas para soltarles la bomba.

—Mamá preguntó por qué no has ido a visitarnos estos días, quizás debamos llevarla para que todo sea más tranquilo.

Sentí que me puse completamente rojo. —D-de cualquier forma, primero tenemos que resolverlo nosotros. Mafuyu... ¿Estás listo... Para... Volver?

— ¿Tú estás listo?

—No me regreses la pregunta.

—Todavía necesito trabajar en muchas cosas, pero, creo que regresar ahora estará bien —respondió con una sonrisa.

—No hay problema, trabajaremos en ello juntos.

Le di un abrazo por fin. Estar con él siempre me provocaba ganas de querer cuidarlo, acariciarlo, tomar su mano y no soltarlo nunca más.

Al separarnos, me puse en cuclillas para quedar a la altura de donde se encontraban las flores que había colocado recién.

—Perdón por haberte juzgado mal antes, Yuki —dije.

— ¿Lo juzgaste antes?

—Tenía ideas extrañas sobre él, pero ahora me doy cuenta de que hizo todo lo que pudo para sobrellevar el cómo se sentía. No lo culpo por actuar así.

—Supongo que tienes razón.

—Pero... ¡No tenías que aparecerte así en mis sueños otra vez!

—Lo ha hecho también en los míos. Déjalo.

— No. ¡Yuki, que ni se te ocurra volver a torturarme! ¡Ya entendí!

— ¿Eh?

—Anoche volví a soñar con él, pero ahora me dijo que "ni li guistí li cinción". ¿Puedes creerlo? Mi canción está completamente bien.

— ¿Cuál canción?

—A-ah... Una que estoy haciendo para ti. Llevo algún tiempo trabajando en ella, pero por fin la pude terminar.

— ¿Y se la mostraste a Yuki primero?

—Era para quedar a mano por terminar la suya.

— ¿Cuándo la escucharé yo?

—Bueno —lo tomé de ambas mejillas—, cuando Kaji-san y Haruki la hayan ensayado conmigo primero.

En ese momento un viento cálido sopló alborotándole ligeramente el cabello. La primavera estaba a un par de semanas de terminar y el calor de los días comenzaba a hacerse cada vez más intenso.

— ¿Nos vamos? Ya es un poco tarde —le dije.

—Vámonos.

Mafuyu y yo no acostumbrábamos a tomarnos de las manos en público por obvias razones, pero en esa ocasión quise al menos entrelazar nuestros meñique aunque fuera sólo hasta la entrada donde ya había más gente.

Sus manos estaban frías, pero poco a poco con el aire cálido se iban calentando.

Dimos algunos pasos cuando de repente se detuvo a voltear nuevamente hacia la lápida.

—Adiós Yuki —se despidió.

Los dos seguimos avanzando poco a poco hacia la entrada.

El inicio del verano se aproximaba, y con ello, un nuevo comienzo también.

Fin.

*
*
*

ZAAAAZ. La neta este fic en mi cabeza iba a durar como 10 capítulos, pero me pasé porque quería decir muchas cosas. Creo que en el extra lo explicaré mejor.

Esta semana subiré el especial navideño y el extra y serán lo último de "Una carta para Uenoyama" antes de empezar mi siguiente proyecto, que aún no sé si será igualmente algo sobre GIVEN o sobre BANANA FISH. Todavía lo estoy pensando.

En fin.

Gracias por acompañarme hasta aquí, pero todavía no se vayan, PAR FAVARRR xD. Nos leemos en comentarios.

Panecito 🤠

Una carta para Uenoyama || GivenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora