Una carta para Uenoyama || Given

El sueño

*se me olvidó actualizar ayer ggg, an sori*

*

—Mafuyu... ¡Mafuyu! ¿A dónde vas? —grité mientras lo veía alejarse.

Intentaba alcanzarlo, pero él simplemente no me escuchaba... O tal vez lo hacía, pero me estaba ignorando.

Corrí hacia él sin detenerme, pero no podía alcanzarlo. Entre mi desesperación por querer llegar a él, de repente lo vi detenerse. Volteó y me vio directamente a los ojos.

—Uenoyama-kun... no me sigas, por favor. No lo hagas.

— ¿Pero a dónde vas?

—... A ver a Yuki —respondió.

Sentí una enorme presión en el pecho y un vacío en el estómago. Jamás en mi vida me había sentido así. ¿Qué era esto?

—Pero Yuki está...

— ¡Mafuyu! —escuché una voz detrás de mí.

Intenté darme la vuelta, pero no pude, mi cuerpo no me obedecía. De repente tres personas pasaron a mi lado. Uno era Shizusumi, lo reconocí por su estatura, el otro era Hiiragi, lo reconocí por el cabello, pero a la otra persona jamás la había visto. Era un chico rubio, alto y delgado, no podía verle la cara, pero sí pude ver que se dirigió directamente hacia Mafuyu y lo abrazó.

—Te extrañé —le dijo él.

Nunca había visto a Mafuyu tan feliz. Estaba sonriendo. Podía notarse a simple vista que se sentía estúpidamente contento por estar rodeado de la existencia de ese chico.

— ¿Nos vamos? —les preguntó Hiiragi a los otros tres.

— ¡Sí! Tengo mucha hambre —respondió el desconocido.

—Mafuyu, ¿no vas a despedirte de Uenoyama? —preguntó Shizusumi.

Sentí un nudo en la garganta que no me dejaba respirar. Quería hablar, pero la voz no me salía.

Dolía.

—Uenoyama-kun, gracias por todo —me dijo.

—Ma... fuyu... ¿Por qué... suena como si te estuvieras despidiendo?

—Porque... yo quiero estar con Yuki.

— ¡Ritsuka! —escuché a Yayoi gritar a un lado de mi cama.

—Agh, maldita sea —respondí.

—Voy a salir. Pon a secar la ropa.

Salió de mi cuarto y luego de eso escuché la puerta de la entrada cerrarse.

Me senté por un momento. Sentía todavía ese dolor en el pecho. ¿Qué había sido ese sueño? ¿Todo lo que me había dicho me estaba sugestionando? ¿Me había afectado escuchar las canciones que me envió Shizusumi? No las había escuchado todas, pero las que sí, me habían puesto a pensar mucho. Todas las letras eran muy melancólicas, sonaban casi como un grito de ayuda, y admito que nunca había escuchado tanta desesperación en una canción. No sonaban para nada al Yuki cool que Hiiragi me describió, sino más bien el que Shizusumi me presentó.

Había una canción que aún me faltaba por escuchar, pero no lo había hecho aún por... ¿Temor? No sabía que podía encontrar en ella. Bastante trabajo tenía tratando de completar su maldita cancioncita como para venir a torturarme más con otra canción deprimente.

Me sentía del asco de todas formas y sentía que escucharla ahora sería peor, pero un impulso me llevó a hacerlo, porque si lo hacía después estaba seguro de que no podría escucharla completa.

"El siguiente verano"

Un día te pedí acompañarme
A la playa a una cita
Quisiera quedarme aquí contigo siempre
En un momento infinito frente al mar

Quise decirte "te amo" muchas veces
Pero en todas fracasé
Quise enseñarte a decirme "te amo"
Y en todas te fallé

Hacía mucho frío en mi interior
Nunca pude encontrar calor
Sé que sin querer te lastimaba
Aunque tú no dijeras nada

El siguiente verano sé que todo será mejor
El frío ya no estará presente en mi interior
Tus manos ya no van a temblar
Porque sé que alguien más las va a sujetar

Tal vez un día mirarás atrás
Preguntándote qué salió mal
Este mundo es muy frío para mí
Pero sé que no lo es para ti

No me sigas, no mires atrás
Este frío ya no te va a lastimar
El invierno termina, la brisa cálida soplará
Y todo estará por fin en paz

El siguiente verano sé que todo será mejor
El frío ya no estará presente en mi interior
Tus manos ya no van a temblar
Porque sé que alguien más las va a sujetar

Podía sentir mi corazón palpitar de una manera que jamás había hecho. Esto era... una maldita canción de despedida para Mafuyu. Yo no era quien lo había perdido, y aún así escuchar esas palabras me dolió. No podía terminar de creer que alguien tuviera la audacia de abandonar de esa manera a Mafuyu, sobre todo cuando le había jurado tanto amor.

Yo tenía razón: me sentía peor que antes, pero ahora estaba seguro de más cosas, y una de ellas era que Yuki se encontraba muy mal incluso mucho antes de aquella pelea con Mafuyu que terminó en su suicidio. Justo como Shizusumi me había dicho: él no estaba viviendo, estaba sobreviviendo.

Qué tragedia.

Utilizar a Mafuyu como ancla para seguir con vida y después acabar con la suya.